Pocas cosas hay tan divertidas como salir de fiesta con tu grupo de íntimas y pasarlo en grande bailando, bebiendo y riendo. Cada noche trae un sinfín de nuevas anécdotas que añadir a vuestro álbum de recuerdos, pero hay ciertas cosas que se repiten cada vez que salís. La música es una de esas cosas y no puede faltar en una noche de chicas. ¡No te pierdas este álbum con las 50 canciones más alegres de nuestro tiempo!
1. Reuniendo al pelotón
Sois un grupo de chicas y estáis todas desperdigadas por ahí. Pero, ya sabes lo que dicen: ¡un buen soldado no deja a ningún compañero atrás!
2. El guardarropa infernal
Siempre hay alguien jurando y perjurando que ha dejado ahí su abrigo, aunque no tenga ni ticket ni nada; alguien que curiosamente se estaba quejando del frío que hacía en la cola de entrada al local...
"No es tuyo. Es mío".
3. La crisis de las hamburguesas
Lo bueno de una noche de fiesta loca es la recompensa que te espera al terminar la noche: ¡las hamburguesas!. Sabrosas y perfectas para hacer tiempo hasta coger el transporte de vuelta a casa. Por supuesto, las devoras como si no hubiese un mañana, porque haberte pegado la noche bailando quema más calorías de lo que parece, ¿no?
4. Ligar con los de la cola
Ya estás esperando ansiosa y desesperada tu pedazo de comida, y entonces te fijas en ese grupo de chicos que está también en busca y captura de algo que llevarse a la boca. Y da igual que tus ojos parezcan los de un oso panda, tú intentas ligar cueste lo que cueste.
5. Misión imposible: encontrar un taxi libre
Tú, como el resto del mundo, estás cansada, congelada de pies a cabeza, apenas aguantas los tacones y solo quieres echarte sobre algo un poco mullidito. Sí, lo único que se interpone entre tú y tu cama calentita es un taxi. ¡¡Un taxi!! Encontrar uno a esas horas con otras tantas personas en tu misma situación es como encontrar una aguja en un pajar.
6. El taxista, tu nuevo mejor amigo
Cuando entras en el taxi es tan agradable la sensación, que ya te sube un poco el ánimo y de repente te vuelves más parlanchina que un loro. Al final, te sabes la vida entera del taxista y te despides hasta de "colegueo". Eso sí, el intento de descuento no cuela...
"Cállate y coge el dinero".
7. Intentando tapar el desastre del asiento trasero
En el peor de los casos, una vez dentro del taxi, a la más perjudicada de tus amigas le sube más el alcohol nada más sentarse y ya sabes lo que ocurre después. Tú, como buena amiga, intentas cubrirla convenciendo al taxista de que logró asomar la cabeza por la ventana a tiempo... Por supuesto, eso tampoco cuela.
"¡Nunca mires atrás! ¡Nunca!".
8. Entrar en casa y pasar automáticamente a posición horizontal
En el suelo, en el sofá, en la mesa del comedor... Cualquier sitio es bueno para echar una cabezadita.
9. Espagueti time
Todas estáis hambrientas y tú te encargas de alimentarlas. Eres una gran persona y media hora después de haber llegado, todas coméis pasta como una gran familia feliz.
10. La pregunta del millón
Una de tus amigas se ha perdido y de repente escuchas un mensaje de voz de ella en el que te cuenta que se va a casa con un nuevo grupo de amigos. ¿Llegará sana y salva? ¿Deberías preocuparte?
11. Beber agua como si no hubiese un mañana
Mi yo sobria de mañana se lo va a agradecer MUCHO a mi yo borracha de hoy...
12. Las fotos, borrón y cuenta nueva
Ha llegado ese momento en el que todas cogéis los móviles de las otras para cotillear las fotos que habéis sacado. Se hace el minuto de silencio de rigor y crece a medida que vas pasando las fotos... y eliminando, a escondidas, aquellas en las que sales peor parada.
13. Lidiar con las más borrachas
Tienes que decidir qué hacer con esa amiga que tuvo un pequeño accidente en el taxi. La mejor opción parece ser dejarla en el sofá, echarle una manta encima y un cubo cerca de su cara. Sí, bien pensado.
14. Releer los mensajes
"Dónde estás?"
"Dnd stas?"
"Doooondeee estaaasssss"
"Veeeen aquí!"
"No te veo"
"Estamos en la barra! Quieres tequila?"
Todas las (p****) noches lo mismo.
15. La condescendencia del que no ha bebido
No se sabe cómo, pero siempre hay alguien de testigo cuando llegas a casa y estás en tu peor momento de la noche. Y como no podía ser de otra manera, no tiene problemas en mostrar su actitud de superioridad: "¿Quieres que te ayude a ponerte el pijama? ¿Te traigo un vaso de agua?". Ya sea tu compi de piso o tu hermano, !lo único que quieres es que te deje en paz!
16. El resacón se avecina
Has bebido demasiado y ahora lo comprendes. No te das cuenta hasta que no llegas a casa y te sientas sobre una superficie firme e inmóvil. Resulta que eres tú la única que se mueve y no es que haya ningún terremoto a tu alrededor.
"Estoy un poquito borracha".
17. Cuando te enteras de con quién pasaste gran parte de la noche
Nooooo. Otra vez nooo. ¡¡NUNCA MÁS...!!
18. Tu ropa invade la casa entera
Cuando despiertes a la mañana siguiente, ya te preocuparás de recolectar las cosas que has dejado tiradas por toda la casa: bolso, móvil, pendientes, collar, sujetador y carné de identidad... Pero ahora lo único que te importa es cerrar los ojos y soñar con los angelitos.
19. La carrera por ponerte el pijama
Desde el momento en que cruzas la puerta de tu casa, el mini vestido negro y la ropa interior sexy son cosa del pasado. Es hora de ponerse el pijama, y cuanto más viejo, gastado y ancho mejor.
"Tiene bolsillos, ¿te gusta?".
20. La mirada acusatoria de tu amiga perdida
No es plan de que te pases la vida siguiendo el rastro de tus amigas, ¿verdad? De vez en cuando una oveja se separa del resto del rebaño... Una oveja muy enfadada que te mira con cara de no perdonar jamás en la vida tu traición, a no ser que la sobornes, como mínimo, con un sándwich mixto.
"¿No recibiste mi mensaje?".
¿Te has sentido identificada? Cuando se juntan varias amigas, es lo que hay. Cada una es distinta y gracias a eso la noche suele dar para mucho. ¡Qué haríamos sin ellas! Descubre con este test qué clase de amiga eres tú.
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