Cuando al fin te "independizas" de tus padres, normalmente es para comenzar a compartir piso con amigos o compañeros. Al final ellos acaban convirtiéndose en tu segunda familia y, para qué negarlo, con ellos aprendes a ser tú misma, vives grandes momentos y también comprendes lo difícil que puede ser una convivencia. Y sí, si superas esta etapa, ellos acaban convirtiéndose en tus mejores amigos:
Pero, a pesar de que tengas una bonita relación con ellos, lo cierto es que la convivencia tiene a veces situaciones incómodas que no sabemos muy bien cómo afrontar. Para ayudarte y que todo marche sobre ruedas, hemos preparado este decálogo que deberás tener en cuenta:
1. NO llevarte a tu ligue a casa sin previo aviso
Siempre, siempre, siempre, escribe un Whatsapp al grupo que tienes con tus compañeros cuando un maromo vaya a cruzar la puerta de tu cuarto. Imagínate que se lo encuentran en el baño a la mañana siguiente...
2. Respetar los espacios es imprescindible
Hay límites. No cojas prestadas sus planchas del pelo, esa camiseta que te encanta o el libro que te prometió que te dejaría. 'Gracias' y 'por favor' son dos palabras imprescindibles para mantener el buen estado de salud de esta relación.
3. La nevera, zona restringida
OK, OK. A todas nos ha pasado que se nos ha acabado el pan y hemos "robado discretamente" un par de rebanadas a alguno de nuestros compañeros. Sin embargo, de ahí a sentir como tuya su balda en el frigorífico hay todo un abismo que no debes cruzar si no quieres morir en el intento.
4. Nada de amor entre compañeros
Di 'NEVER' tantas veces como lo haría la mismísima Taylor Swift.
5. Compartir el sofá es básico
Sí, todas hemos tenido domingos en los que nos gustaría acaparar el sofá y que nadie, absolutamente nadie, viniese a molestarnos. Sin embargo, no siempre podemos hacer realidad nuestros sueños cuando compartimos metros cuadrados.
6. No hagas demasiadas preguntas
No eres la madre ni la hermana de nadie y, aunque a veces te entren las ganas de controlar todo lo que hacen tus compañeros, debes dejar ese instinto maternal atrás y dejarte llevar por tu juventud.
7. Nada de hacer nudismo en el apartamento
No. Básicamente porque todos somos humanos y las manos van al pan. Y en este momento, remóntate al punto 4.
8. Cuidado con las duchas relajantes
Cuando convives con más gente, tu vena ahorradora debe salir por algún lado si no quieres convertirte en la derrochadora de la casa. Así que olvídate de las duchas relajantes... Al menos cuando ellos estén en casa.
9. No a las visitas durante dos semanas
Si toda tu familia amenaza con ir a visitarte a tu nuevo hogar, deja claros los límites: un fin de semana sí, un mes no.
10. Las mascotas... Tierras pantanosas
Si compartes piso con compañeros, solo podrás tener mascotas en casa por unanimidad y si se aprueba en un referéndum democrático. Muchas relaciones han terminado hechas un desastre por un lindo gatito.
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