Pocas cosas resultan más devastadoras para una niña que sentirse en absoluta soledad. Las personas somos seres sociales que necesitamos interactuar. Sin embargo no hay que sacar conclusiones precipitadas si ves que tu hija está siempre sola. Lo que sí es necesario es que descubras a qué se debe.
El aislamiento y la soledad pueden causar graves problemas psicológicos durante la infancia. Si tu hija no tiene amistades puede ser por diversos motivos. Falta de habilidades sociales, un carácter introvertido, ser diferente o tener gustos distintos...Todas estas razones, lamentablemente, conducen en muchas ocasiones al Bullying. A edades tempranas, si no encajas en el grupo, si estás fuera de la “normalidad” cualquier niña puede ser objeto de discriminación y ataques. Por eso es tan necesario permanecer alerta a las señales.
Observa sus reacciones
Es normal que una niña se ponga triste si no la invitan al cumpleaños de alguna compañera de clase. Sentirse excluido nunca es una sensación agradable, pero a estas edades ya hay que empezar a enseñar a los niños a lidiar con la frustración. No todo lo que quieren podrán conseguirlo siempre. Y deben aprender a aceptar que sus sentimientos hacia otras personas no siempre serán correspondidos.
Lo que ya es más preocupante es si esto es algo que se repite una y otra vez, porque indica que la niña tiene un problema para ser aceptada por su entorno. Si ninguna de sus compañeras o compañeros la invita nunca a un cumpleaños o si le dan de lado en cualquier actividad social, empieza a preocuparte. Por muy introvertida que puedas creer que es tu hija, difícilmente estará feliz ante esta circunstancia. Observa si se siente triste con frecuencia o si tiene reacciones agresivas. Es muy común que ante su incapacidad para saber como asimilar estas situaciones puedan desarrollar comportamientos violentos.
Cómo puedes ayudarla
Antes de nada, debes asegurarte de que no está sufriendo un episodio de acoso en el colegio. Además de hablar con ella, hazlo con el profesorado para que estén pendientes de su relación con los compañeros. Trata de ganarte su confianza para descubrir la raíz del problema, ya que solo conociendo a qué se debe su aislamiento es posible tratar de corregirlo. Hablar con el psicólogo del centro también es una buena idea.
Puede, simplemente, que tu hija tenga un carácter más reservado, en cuyo caso no hay que presionarla para que cambie. Pero sí que hay que tratar de darle ciertas herramientas para tener mayores habilidades sociales. No la hagas sentir “un bicho raro” porque tenga gustos o deseos diferentes. Y si el motivo de su soledad no es su carácter, sino una actitud hostil de sus compañeros, muéstrate firme en la resolución del problema. Habla con la dirección del centro escolar y con los padres y déjales muy claro que tomarás las medidas necesarias para evitar que dañen a tu hija. Pero sobre todo, dale apoyo, cariño y refuerza su autoestima.
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