La cesárea es una intervención quirúrgica para extraer al bebé del vientre materno. Es una forma más de venir al mundo y cada vez más frecuente, sin necesidad de que exista una emergencia real. Muchas razones pueden hacer necesario que se practique una cesárea. ¿Quieres saberlo todo sobre ella? No pierdas detalle a lo que viene a continuación.
La cesárea se realiza en el quirófano. En primer lugar, se afeita el pelo del pubis y se pone una sonda en la vejiga para que no moleste al cirujano durante la operación o sea perforada. La piel del abdomen se desinfecta. Entonces, el cirujano incide primero en la piel, luego en los músculos de la pared abdominal y, a continuación, en el útero. Entonces se procede a sacar al bebé e, inmediatamente, la placenta. En segundo lugar, se cosen los diferentes tejidos con hilo o grapas, que quitarán entre 5 y 7 días después. La intervención dura cerca de 1 hora, o 1h 30. La cesárea se realiza bajo anestesia peridural, o con anestesia general en casos de urgencia extrema, ya que la peridural tarda 15 minutos en hacer efecto.
Cuando el parto natural no es posible
En ocasiones no es posible que se produzca un parto natural, es decir, que el bebé no puede desplazarse hacia el exterior por el canal vaginal, debido por ejemplo, a que la pelvis de la madre es demasiado estrecha. Puede ocurrir también que el bebé sea demasiado grande, o que se presente en una posición complicada, como, por ejemplo, de nalgas o de lado (los bebés suelen venir de cabeza). También puede ocurrir que exista un obstáculo en el camino, como un fibroma, un quiste o placenta previa, que impide que el bebé pueda salir.
Cuando peligran la salud del niño o la madre
Algunas peculiaridades pueden poner en riesgo la salud de la madre o del niño durante el parto. En estos casos, la cesárea puede convertirse en una intervención urgente:
- Enfermedad del niño (diabetes, toxemia o retraso en el crecimiento)
- Hemorragia materna
- El nacimiento múltiple es un acontecimiento complicado que también puede poner en riesgo la salud de los bebés o la madre.
- Enfermedad de la madre.
- Incompatibilidad de Rh. Es decir, si la madre tiene sangre Rh negativa, puede tratar a las células Rh positivas del niño como si fueran una sustancia extraña.
Por necesidad de que termine el parto
En ocasiones, el parto supone un trabajo complejo y cansado para la madre, por lo que la cesárea puede contemplarse como una opción para que el nacimiento se termine por producir. Tras muchas horas de parto, puede ocurrir que el cuello del útero no dilate más, que la cabeza del bebé no esté bien colocada en la pelvis o bien que haya un sufrimiento importante del bebé, que puede detectarse gracias a la monitorización.
Recuperación de la cesárea
Una cesárea implica una recuperación más lenta y complicada que si hablásemos de un parto natural. Puede ocasionar dolores abdominales, y la cicatrización también puede resultar dolorosa. En cuanto a la cicatriz, debemos evitar exponerla al sol durante el primer año. Por otra parte, la leche también puede tardar en subir algo más de tiempo que en un parto natural, debido al cansancio.
Aunque la cesárea es un acto frecuente, se realiza en el 15% de todos los nacimientos, sí es cierto que conlleva 3 veces más riesgo de complicaciones que en un parto natural. Pese a ello, es una operación relativamente segura, teniendo en cuenta los riesgos que implica cualquier intervención quirúrgica.
El número de casos de cesáreas va en aumento, probablemente debido a:
- Una mejor consideración del sufrimiento fetal durante el parto.
- Un mayor conocimiento de los riesgos para los bebés de algunos partos naturales, niños muy grandes o con muy poco peso, presentaciones de nalgas, prematuros.
- El aumento de los embarazos de riesgo, especialmente de gemelos y tardíos.
- El avance de las técnicas quirúrgicas y de la anestesia.
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