Las emociones tienen un impacto que va más allá de lo mental. Cualquier emoción que se experimenta a niveles altos de intensidad, también se manifiesta físicamente. Pero esto, lejos de ser un inconveniente, puedes utilizarlo a tu favor. O al menos eso es lo que la psicóloga María Esclápez propone hacer por medio de un ejercicio que tiene como objetivo que tomes el control de tus emociones en lugar de ser ellas las que te controlen a ti. ¿Quieres saber en qué consiste? ¡Sigue leyendo!
Primera fase: identificar
Este ejercicio mental se divide en dos fases, cada una de las cuales conlleva una serie de pasos. En la primera María Esclápez propone hacer un ejercicio de introspección para reconocer la emoción que estás sintiendo y ponerle nombre. Después de haberlo hecho trata de asignarle una forma y un color, para que en lugar de un concepto, visualices un objeto que lo simboliza.
El siguiente paso consiste en valorar su intensidad, pero hay que hacerlo de una forma que todo el mundo pueda reconocer: expresado con el valor de una unidad de peso. Y el último paso de esta primera fase requiere que sitúes ese objeto con forma física, color y peso, en la parte de tu cuerpo en la que estés experimentando esa emoción.
Segunda fase: actuar
Ahora que ya has visualizado esa sensación como un objeto con ciertas características y situado en una parte de tu cuerpo, la segunda fase consiste en actuar para ser tú quien tiene el control. Esto lo vas a conseguir, por un lado, visualizando como ese objeto sale de tu cuerpo, y por otro, manteniendo un diálogo interno.
Ese diálogo interno debe ser de aceptación, pero también de alivio. Se trata de que no te resistas a lo que sientes, pero que mediante esa aceptación atenúes su grado de intensidad. A continuación tienes el proceso paso a paso explicado de forma visual y con todas las matizaciones que la propia María Esclápez hace respecto cada paso.
Aunque no vas a eliminar por completo la sensación que te invade, el hecho de sentir que eres capaz de manejar la situación es ya un alivio en sí. Gran parte de la ansiedad que experimentamos ante los sentimientos vienen de la percepción de que éstas nos superan, pero con este ejercicio eso ya no volverá a sucederte. Pruébalo y nos cuentas.
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