La experiencia déjá vu se ha convertido en un tema recurrente en las sesiones de coaching e, incluso, podría considerarse como un lugar común de la conversación. Y es que cuando ocurre, el protagonista del suceso llega a dudar de si sus problemas están afectando en el límite de lo saludable a su sistema nervioso. A veces incluso tiene dudas sobre si ha vivido un fenómeno paranormal. Seguro que te suena esta sensación que te hace sentir como si formases parte de una película de ciencia ficción, ¿verdad?
© Wonder Woman
¿Recuerdas cuando fue la última vez que tuviste un déjà vu? ¿Has sentido alguna vez al contemplar una calle o pasear por un barrio que ya habías estado allí antes? Miras a tu alrededor y todo te resulta familiar y, desde el olfato hasta el resto de los sentidos, insisten en confirmarte que sí, que lo que está ocurriendo lo has vivido en un tiempo anterior. Entonces, comienzas a preguntarte qué está sucediendo.
El nombre científico de este fenómeno es paramnesia. Pero es ampliamente conocido como Déjà Vù, que se traduce del francés como “lo ya visto” . Gracias a una serie de investigaciones psico-neurológicas se ha descubierto que es un fenómeno que todos vivimos y que se repite en casi todas las culturas y épocas y afecta tanto a hombres como a mujeres. Una curiosidad para las estadísticas: normalmente se da con mayor frecuencia en edades comprendidas entre los 20 y 25 años.
Eso sí, ¡mantengamos la calma!. No nos encontramos ante un fenómeno paranormal, ni un estado psíquico y/o nervioso alterado. El déjà vu se atribuye a un solapamiento de los sistemas neurológicos responsables de la memoria a corto y largo plazo. Esto es, la mente inconsciente se adelanta en la percepción del entorno antes que la mente consciente. Y, ¿por qué lo hace? Según el proceso de aprendizaje, se van almacenando fragmentos de información, no toda la información al completo. De esta manera, cuando contemplamos en la fachada de un edificio, algún detalle del mismo, por ejemplo, una ventana que se parece a la de otro edificio en el que sí hemos estado, nos puede sugerir y hacer sentir que ya hemos estado parados delante de él .
Pero, ¿sabías que además del déjà vu existen otros muchos fenómenos similares? Fíjate en estos fenómenos que quizás también hayas experimentado:
- Déjà véçu o “ya vivido”: Es el fenómeno del que la mayoría hablamos cuando decimos haber experimentado un “déjà vu”. “Esto ya lo viví” solemos decir.
- Déjà visité o “ya visitado”: Es una experiencia menos frecuente, en la que se experimenta la sensación de ya haber estado anteriormente en un lugar nuevo.
- Déjà senti alude a lo “ya sentido”: A veces, ocurre que experimentamos una sensación familiar, pero no está unida al recuerdo que la genera. Sentimos algo, sentimos que no es la primera vez que lo experimentamos, incluso percibimos que “algo" lo causaba, pero no recordamos qué. Un ejemplo de esto podrían ser los escalofríos.
- Jamais vu o “nunca visto”: Se podría decir que es lo contrario al déjà vu Consiste en no recordar una situación familiar. Es la sensación de estar experimentando algo por primera vez, aunque no sea así, incluso sabiendo “racionalmente” que no es la primera vez. La persona momentáneamente no reconoce un lugar, una persona o una palabra que debería serle familiar.
- Presque vu o “casi visto” , generalmente conocido como “lo tengo en la punta de la lengua”. Es la sensación de casi recordar algo pero sin llegar a hacerlo. Recuerdas que esa persona es familiar, recuerdas que la conoces de algún lado, pero no de dónde ni quién es. Es saber una palabra, recordar que se ha usado, pero no poder decirla.
- L'espirit de l'escalier o “el ingenio en la escalera”: Es la situación que muchas personas describen como “se me ocurrió demasiado tarde”. Puede ser desde una respuesta ingeniosa a algo que nos dijeron, hasta un recuerdo que necesitábamos con anterioridad y ahora ya no nos sirve. Incluso una solución a un problema que ya resolvimos de otra manera (o dejamos sin resolver y ya es tarde). Esta situación se relaciona con el presque vu: la gente suele decirte “déjalo, piensa en otra cosa y ya te acordarás”. Y es cierto que, si nos distraemos, solemos recordar después de un tiempo aquello en lo que estábamos pensando.
Artículo realizado en colaboración con la terapeuta Gestalt Verónica Rodríguez Orellana, Directora de Coaching Club.
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