Historia del higo
El higo forma parte de la familia de las moras y fue una de las frutas favoritas de Luis XVI, quien hizo plantar muchas higueras en su castillo de Versalles. Compuesto por muchas semillas, es de piel gruesa y carne muy jugosa.
Variedades
Existen dos grandes familias:
Los higos violeta
Son carnosos, de piel gruesa y sabor muy dulce. Coge siempre los más maduros, blandos al tacto.
Los higos blancos
Son de piel verde claro, pulpa rosa, de gran dulzor y se derriten al comerlos. Tienen un sabor un poco menos pronunciado que los violeta.
Importante: existen también variedades engañosas
Los higos chumbos
No tienen nada que ver con el fruto de la higuera. Esta familia nace del cactus opuntia y es originaria de México. Son como grandes bayas ovaladas y de exóticos colores.
Los higos bananos
En realidad, son pequeños plátanos de piel amarilla y fina y carne dorada procedentes de la Réunion.
¿Cómo elegirlos?
Cómpralos frescos y de temporada. Al tocarlos debes notarlos blandos, con la piel sin grietas, ligeramente estriada. Si en una de las extremidades aparece una gota blanca es buena señal, el higo elegido no podría ser más fresco.
¿Cómo conservarlos?
Atención porque los higos demasiado maduros se estropean muy rápido. Consúmelos el mismo día que los compres o durante los dos o tres días siguientes. Si los metes en la nevera, perderán sabor. Si los compras secos, su conservación es aún más sencilla: mantenlos en un recipiente hermético protegidos de la luz.
¿Cómo prepararlos?
Con la ayuda de un cuchillo quítale el rabillo si es demasiado rígido. No los peles, están mucho más ricos con piel. Tampoco los laves porque la porosidad podría absorber el agua, mojar la carne y estropearlos. Si se da el caso, sécalos con una servilleta o papel mojado. Córtalos en 2 o 4 trozos o degústalos enteros. Los higos están buenos de cualquier manera. Rehidratar los secos es muy sencillo: sumérgelos en un recipiente con agua fría durante 3-4 horas hasta que se hinchen de nuevo.
Cocinar con higos
>Se comen naturales pero también en ensalada con frambuesas, naranja, uva y nueces. Combinado con magret, jamón de Parma o Porto están riquísimos.
>Aprovecha su forma redondeada para rellenarlos con crema de almendras, frambuesa, chocolate o miel.
>En tostadas combinan con foie-gras (una pareja muy fina, forman un bocado perfecto) o láminas de parmesano.
>Con pasta brick, pasteles y gratinados puedes acompañarlos con queso de cabra.
>Para los pasteles: secos en tartas con almendras en polvo, tartaletas, pastel de chocolate y galletas.
>Carne: perfectos con el pollo, la ternera y el pato.
>También para cerrar la comida: sopa de higos frescos, higos caramelizados o asados.
>Si sólo los tienes secos, aprovecha y haz una compota de frutos secos, un pastel dulce-salado, tarta de invierno o un crep con frutos secos y miel.
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