La Braeburn
Crujiente, jugosa y acidulada, se consume cruda o en preparación culinaria. Se cosecha de septiembre a marzo.
La Elstar
Acidulada y poco dulce, se consume cruda o cocinada. Se comercializa de septiembre a marzo.
La Fuji
Dulce y jugosa, la mejor manera de consumirla es comerla a mordiscos. Se cosecha de noviembre a junio.
La Golden
Dulce, crujiente y jugosa, se consume cruda o cocinada. Se cosecha a lo largo de todo el año.
La Granny Smith
Muy acidulada, crujiente y refrescante, lo más frecuente es consumirla cruda. Igualmente se utiliza para las confituras, los chutneys, las compotas o incluso los helados. Se cosecha de octubre a abril.
La Idared
Manzana roja americana de sabor más o menos acentuado (marcado, pronunciado), se consume cruda o cocinada. Se tiene que soasar, hacer en sartén, a la parrilla o asar. Está disponible de enero a junio.
La Jonagold
Dulce, se consume cruda o cocinada. Se la encuentra de noviembre a abril.
La Redchief
Originaria de Chile, esta manzana está disponible todo el año. Es una manzana aromatizada, frágil que tiene que utilizarse en el momento de la compra, ya que se oxida rápidamente.
La Reina de las Reinetas
Acidulada y poco dulce, se toma cruda o cocinada. Se cosecha de agosto a octubre.
La Reineta gris de Canadá
Acidulada y crujiente, se puede comer cruda, preparada al horno, en compota o en tartas. Está disponible de noviembre a marzo.
La Royal Gala
Muy dulce, se consume cruda o en preparación culinaria. Se la encontrará en los mercados de febrero a agosto.
¡La salud!
La manzana es rica en vitaminas, en glúcidos, en hierro y en potasio. Es una fruta indispensable en las dietas adelgazantes. La manzana tiene un contenido elevado en fructosa, lo que permite tener una buena tasa de glucemia. Es excelente para saciarte cuando tienes un “poco de hambre”.
Sus ventajas:
- Para calmar la tos y la bronquitis, prepara un zumo de manzana con miel.
- Si tienes problemas de sueño, come una manzana antes de dormirte.
- Refuerza el esmalte de los dientes.
- Poco calórica, la manzana contribuye a bajar la tasa en sangre del colesterol malo gracias a su pectina.
Elegirla bien
La manzana tiene que ser firme al tacto, sin manchas marrones, lisa, con un pedúnculo verde. El aroma que desprende es un buen indicador de compra. Debes saber: la piel arrugada es un indicador de mala conservación pero no de mal sabor.
La manzana en la cocina...
En la cocina, la manzana es, evidentemente, un clásico. Muy fácil, se cocina de mil y una maneras.
Demostración:
En compota
¿Tienes un saco lleno de manzanas del jardín y no sabes qué hacer con él? ¡Haz una compota! A la vez rápido y sencillo, la compota es LA solución para vaciar tu frutero que comienza a desbordarse.
Al horno
Nada mejor que comerlas simplemente peladas y con una nuez de mantequilla. No dudes en probarlas justo nada más sacarlas del horno. También puedes vaciarlas y rellenarlas de confitura, de azúcar o incluso de chocolate... ¡Todo es posible!
En hojaldre
En una sartén, pon un poco de mantequilla y de azúcar, y carameliza tus manzanas. Añade un poco de canela y azúcar de vainilla. A continuación puedes meterlas en tartaletas, en tus pasteles o simplemente degustarlas tal cual.
En tarta
Simple, práctico y rápido a la vez, la tarta de manzana es el postre por excelencia de la manzana.
En confitura
No dudes en transformarla en confitura para degustarla sobre un buen pan o en un yogur natural. Lo mejor: mezclarla con otras frutas para conseguir un máximo de sabores.
En zumo
Simplemente pon tus manzanas en tu licuadora para hacer un zumo de manzana casero. También son muy apreciadas las mezclas como manzana-plátano o manzana-pera.
Trucos de cocina
- Para evitar que las manzanas enteras estallen durante la cocción, corta la superficie de la piel, unos 2 mm de espesor, o simplemente pínchalas con la ayuda de un tenedor.
Otros usos
¡También puedes utilizar la manzana para dejarte la piel muy suave! A la vez exfoliante, reafirmante, calmante y suavizante, la manzana conviene a cualquier tipo de piel. Las manzanas más ácidas se indican particularmente para las pieles grasas.
El principio es simple: ralla una manzana, extiende la pulpa por la cara y déjala actuar durante 5 minutos. Después, aclárate.
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