El navarin y su gran aliado: el nabo
El nabo, una raíz de color amarillo pálido o blanco, de forma redondeada o alargada, suele estar tintado de violeta. Su amargor combina a la perfección con el cordero y con demás verduras primaverales que componen dicho plato. De ahí que sea tan importante privilegiar nabos firmes de piel clara y lisa, sin manchas. En primavera los nabos se derriten en el paladar y son muy muy sabrosos.
El navarin y las pequeñas verduras
Este plato se cocina a fuego lento por eso es importante elegir las verduras que van a formar parte de él. Si estamos en temporada, elige verduras de primavera, auténticos concentrados de sabor. Guarnece la cocina con patatitas, zanahorias, judías verdes, tomates, guisante y cómo no... nabos.
El navarin, una explosión de sabor
Deja que la carne se cueza a fuego lento y se vuelva más tierna mientras hierve entre sabores. Para un plato bien aromático elige los ingredientes con cuidado. Abre una botella de vino blanco seco, prepara la nuez moscada, algunos dientes de ajo, un ramillete de hierbas, pequeñas cebollas blancas o nuevas (según la estación) y algunas especias de tu cosecha. Puedes elegir entre baya rosa, cúrcuma o jengibre en polvo. Cuenta con un ramillete de perejil o de cilantro... para el resto ¡la suerte está echada!
¿Le añado carne?
Si quieres una receta clásica compra una espalda de cordero deshuesada. Esta pieza, cortada en pequeños trozos, se adapta a la perfección a una cocción lenta y se vuelve más tierna. Compra también el cuello deshuesado para darle un gusto intenso a la receta. Si utilizas ternero o cerdo, coge la parte magra y renuncia a la grasa. Antes de cocinar la carne, acuérdate de quitar la grasa de los trozos sofriéndolos en una sartén antiadherente.
La receta para 4 personas
En una olla sofríe 800 g de cordero con mantequilla o aceite de oliva. Cuando estén dorados, añade dos cucharadas soperas de harina, 75 cl de caldo, 1 ramillete de hierbas, cebollas, 1 diente de ajo cortado, 1 clavo y 3 cucharadas soperas de concentrado de tomate. Sazónalo y déjalo a fuego lento durante una hora y media. Añade 800 g de nabos cortados en pequeños trozos y 200 g de zanahorias, deja que cuezan a fuego lento durante 30 minutos.
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