El pelo no tiene género es una campaña internacional con la que PANTENE quiere visibilizar y apoyar a las personas trans. La marca firmó un acuerdo con la Fundación 26 de diciembre para servir de herramienta al Proyecto Ámbar, dirigido a la inserción laboral del colectivo, donde la tasa de desempleo alcanza el 85%. Así, esta iniciativa lleva a cabo un curso de formación en peluquería, moda y belleza a personas trans para fomentar su inserción laboral.
Con este fin, el pasado 27 de noviembre en Madrid, PANTENE, que contó con la colaboración del equipo de profesionales de Corta Cabeza y los alumnos del curso de estilistas, creó su propio salón de belleza Pop up, donde se ofrecieron cortes de pelo y asesoramiento gratuitos a todas las personas trans que lo necesitasen. El objetivo es ayudarles a que encuentren sus propias identidad y autenticidad a través del cabello.
La iniciativa parte del proyecto DressCode, fundado por Kristin Rankin, estilista estadounidense dedicada a crear espacios de belleza sin género contribuyendo así a una sociedad más inclusiva. La misma Rankin estuvo presente durante la jornada en que se estableció el Pop up en Madrid, donde explicó que "nadie puede llegar a imaginarse la angustia que sienten estas personas al no encontrar la forma de mostrarse a los demás tal y como son por dentro".
PANTENE quiere conseguir que todas las personas se sientan cómodos con su pelo, que todos podamos utilizarlo como herramienta para potenciar nuestra autoestima y hablar de nosotros mismos. Y es que un estudio de la Universidad de Yale demostró que solo 1 de cada 10 mujeres se sienten a gusto con su pelo. En este marco, PANTENE se propone acabar con los estereotipos a apoyar a todos aquellos y aquellas que se sienten inseguros, animarles a armarse de valor a través de su melena.
Armarnos de valor a través de nuestra pelo
PANTENE ha podido comprobar después de profundas investigaciones que nuestra melena es esencial para nuestra autoestima, una extensión con la que expresamos nuestra identidad. Y en este caso la marca decide enfocarse en la comunidad trans, ya que, por desgracia, todavía hoy corren el riesgo de sentirse discriminadas o juzgadas a causa de los prejuicios. A esto se suman los malentendidos que pueden generarse durante su periodo de transición, una etapa en la que el pelo juega un papel fundamental ya que con él intentan expresar cómo se sienten por dentro.
Existir más allá de lo que la sociedadnos dicta
Allí hablamos con Ángela Ponce, Miss Universo España 2018 y embajadora de PANTENE. "Creo que estamos en el camino correcto y cada vez se están consiguiendo más cosas. Vivimos en una sociedad más tolerante, pero también creo que quedan muchas cosas por hacer y no debemos relajarnos", nos explica.
Además de Angela, la campaña El pelo no tiene género cuenta con Parisa Madani, Lea T o Travis Alabanza entre sus protagonistas. Todas ellas cuentan cómo a lo largo de su vida y en determinados momentos han sufrido inseguridades a causa de las construcciones sociales que dictan qué cortes de pelo son adecuados según tu género. Cómo se sentían incapaces de ser quien realmente querían ser, por el miedo a rechazo que les impedía pedir en la peluquería el corte de pelo que realemente querían. Y es que el pelo es una seña de identidad, una forma de expresarnos y una herramienta indispensable para hablar de quienes realmente somos.
Pero, ¿cómo podemos luchar contra los prejuicios? "Creo que el camino hacia una sociedad más inclusiva y justa es la educación. Porque todos los problemas que tenemos, los tenemos porque los hemos acarreado durante muchos años en los que no nos ha educado en la diversidad. Siempre digo que de lo que no se habla no existe y la educación es el alimento para acabar con los prejuicios", cuenta Ángela.
Pero, por desgracia, sigue habiendo gente que que no quiere entender, quienes se resisten al cambio y rechazan la diferencia. Cuando le preguntamos a Ángela qué le diría a todos aquellos que siguen teniendo prejuicios, ella responde tajante: "ser trans no es algo que nadie decida y ni nuestras creencias, ni nuestra religión, ni nuestras ideas políticas nos libran de vivir una realidad como la mía en nuestras familias. Les diría que se informen. Porque de lo que no se habla, no existe. Y las personas que tiene prejuicios, los tienen porque no se han parado a pensar en esa realidad o, simplemente porque no les ha tocado vivirlo".
Explica que a lo largo de su vida esas personas menos tolerantes siempre han estado ahí pero que, por suerte, estamos viviendo un gran cambio. "Antes estaba muy claro qué se consideraba bello pero creo que la belleza como tal cada vez abarca un campo más amplio", opina.
Para Ángela, según nos cuenta, ser embajadora de PANTENE es un gran logro tanto en lo profesional como en lo personal. "Todas las chicas que desde pequeñas nos hemos querido dedicar a la moda hemos dicho en algún momento 'yo quiero tener un pelo PANTENE'. Para mí es un orgullo porque son situaciones que he vivido en primera persona. Es algo más que una campaña, tiene un valor y un significado".
Con proyectos como este, que ponen en primera línea a personas valientes como Ángela, es como se se contribuye a crear una sociedad más justa e inclusiva, poniendo el foco sobre la diversidad, derribando muros y ayudando a entender a quienes todavía no se atreven a hacerlo.
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