Cambiar de look no solo tiene la capacidad de darle un nuevo aire a tu imagen, también influye positivamente en tu estado de ánimo. Pero si no quieres arriesgar con un color que ya ha perdido protagonismo, lo ideal es decantarse por lo que está arrasando en 2025. Aunque el rubio cobrizo fue un éxito el año anterior, este año cede su lugar a un rubio más elegante, natural y más cómodo en cuanto a su mantenimiento: el “blonde cookie butter” o rubio mantequilla galleta.
¿Por qué ha ganado protagonismo este color?
Este nuevo tono destaca por su calidez y su luz suave, ideal para destacar el rostro sin que el cambio resulte demasiado drástico. Se mueve entre un beige cálido y un rubio mantecoso, que ayuda a crear un efecto bronceado natural que favorece a casi todos los tonos de piel. Es perfecto para quienes buscan un cambio visible pero sin las complicaciones de un mantenimiento constante.
Si hay algo que podemos resaltar de esta tonalidad, es su capacidad de fundirse de forma progresiva con el color natural del cabello. Gracias a ello, a medida que tu melena crece, las raíces no se notan con un contraste demasiado marcado, como suele ocurrir con otros rubios más fríos o definidos. El resultado: un color duradero, que no te obliga a acudir al salón con urgencia cada pocas semanas.
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¿Qué es lo que más nos gusta de este tono?
Si hay algo que nos ha cautivado de este color es su versatilidad. Puedes llevarlo como un balayage suave sobre bases castañas claras o usarlo como color uniforme para conseguir un rubio cálido de apariencia uniforme. Lo que más nos llama la atención es su acabado “sun-kissed”, que consigue un resultado como si hubieras pasado unos días al sol y tu melena lo reflejara.
¿Lo mejor de todo? Es fácil de mantener, con un efecto natural y ultra favorecedor, lo que lo convierte en la elección perfecta para quienes quieren un cambio sin las exigencias de los colores de alto mantenimiento.