Te hemos hablado de cómo empezar bien la semana, te hemos dado consejos para comenzar las clases con energía, te hemos intentado animar en los días tristes con frases inspiradoras...
... Pero cuando se trata de estar en una clase durante dos horas aguantando el tono monótono de algún profesor que parece haber nacido cansado, hay poco que podamos hacer. Seguro que alguna vez has pensado algunas de estas cosas cuando estás en clase intentando concentrarte al máximo. Y es que a veces es imposible. ¿Quién no ha tenido estos pequeños despistes o dudas existenciales?
18 pensamientos recurrentes cuando estás en clase
1. Llego tarde a clase y, ¡maldita sea! Ahora tendré que recorrer el pasillo con la cabeza agachada intentando hacer el menor ruido posible.
2. Me siento como un elefante en una cacharrería: se me cae el boli, el portátil hace ruido al iniciarse, suena el móvil al recibir un Whatsapp... ¿Por qué siempre se me olvida silenciarlo? Perfecto, ahora todos me miran y me estoy poniendo roja.
3. Voy a empezar a tomar apuntes ya... ¡Anda! ¡Una nueva notificación en Facebook!
4. No, en serio. Voy a tomar apuntes ya. ¿Ha dicho algo de la Union Europea? Bah, qué ganas de viajar por Europa...
5. ¿Qué hora será? Solo han pasado cinco minutos. Esto no va a terminar nunca...
6. Voy a echar un vistazo a mi alrededor, a ver quién ha venido hoy a clase... ¡Anda! Ese chico es nuevo.
7. Oh oh, qué ganas de bostezar. No puedo reprimirme. Voy a bostezar sin abrir la boca para que nadie lo note. Qué cara más rara se me debe de estar quedando.
8. Definitivamente, tendría que haberme quedado en la cama.
9. ¿Qué? ¡Alerta roja! El profesor acaba de decir la palabra "examen".
10. Voy a hacer un esfuerzo sobrehumano y atender. Es por mi bien. Esto es interesante, esto es interesante, esto es interesante.
11. Genial. Todo va bien, solo quedan 23 minutos de clase y me estoy enterando de algo.
12. Sí, esto es interesante, pero me acaba de surgir una duda. ¿Levanto la mano? ¿Y si ya se ha respondido esta pregunta y no me he enterado? Venga, da igual, probablemente mi duda la responda en los próximos minutos...
13. Pues no, no la ha respondido. Pero ya no voy a levantar la mano y preguntar algo de lo que ya ni se está hablando.
14. ¿Por qué no para de mirarme el profesor?
15. Está hablando de Tolstoi... ¿De qué me quiere sonar?
16. Acaba de pronunciar las palabras mágicas: "ESTO ENTRA EN EL EXAMEN". Cortocircuito.
17. Faltan 10 minutos de clase y el profesor está recogiendo ya: ¡regalo divino!
18. Quedan 10 minutos para la siguiente clase. Pincho de tortilla. Pincho de tortilla. Pincho de tortilla.
¡Aumenta tu concentración!
Está bien, todas hemos sufrido alguna clase horrible. ¡Eso no nos hace malas estudiantes! Sin embargo, si notas que la falta de concentración se repite demasiado, que te cuesta memorizar cuando estudias o que rindes menos de lo habitual, tal vez es el momento de ponerse las pilas y buscar soluciones.
Prueba a ejercitar tu mente con actividades o pasatiempos que te ayuden a tener más agilidad mental (en este sentido, ¡hasta los sudokus ayudan!), asegúrate de descansar lo suficiente, lleva un estilo de vida saludable o prueba con complementos a base de Ginkgo, uno de los árboles más antiguos de la Tierra cuyo extracto se utiliza para mejorar la memoria y la concentración. ¡Recuerda, tú puedes!
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