Para atajar el problema se ha conseguido llegar a un acuerdo en el que dos de las empresas implicadas se han comprometido a prestar su colaboración con las entidades para así, bajar las sanciones que se les habían impuesto. Pero las compañías de pañales colombianas que todavía hoy están en el punto de mira del SIC por sus supuestas irregularidades son Tecnosur, Tecnoquímicas, que comercializan Winny, Colombiana Kimberly, Colpapel de Huggies, Productos Familia con Pequeñín y Drypers Andina de Baby Sec.
Gracias a esta investigación se ha podido comprobar la existencia de la irregularidad por parte de estas empresas mediante confesiones de directivos, correos electrónimos y otros documentos. De momento, ya se han llamado a declarar a 44 de los trabajadores que tendrán que dar cuenta de sus conocimientos acerca de este caso.
Una corrupción en el mundo del pañal donde las empresas citadas acaparan el 96% del mercado vendiendo unos mil millones de pañales anualmente y del cual se estima que las ganancias durante los últimos 15 años han sido de hasta ochocientos mil millones de pesos. La empresa que se lleva mejor porción de esta tarta es la marca Winnies, la más famosa, con un 46%, seguida de Pequeñín con un 48%.
Este delito conlleva consecuencias nefastas para las empresas implicadas ya que las multas podrían elevarse hasta la cantidad de 30 millones de dólares además de sancionar a los trabajadores que participaron activamente. Pero las pérdidas no serían sólo económicas ya que la reputación de estas empresas que hasta ahora gozaban de buena imagen y fama, quedaría totalmente anulada ya que estarían aprovechándose de la confianza de millones de familias en un país en el que los ingresos son, lamentablemente, muy bajos. Muchas de ellas ni siquiera se pueden permitir el uso continuado de estos productos o tienen que hacer verdaderos esfuerzos para poder comprárselos a sus hijos en su ímpetu por darles una mayor calidad.
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