Denominadas como las líneas del sueño, es bastante frecuente que aparezcan estas marcas en la piel del rostro debido a las fundas de almohada al despertar por la mañana. En ocasiones, pueden requerir varios minutos para desvanecerse. Aunque a primera vista estas huellas pueden parecer inofensivas, realmente afectan de manera tangible la calidad y eslasticidad de la piel.
La especialista en dermatología Kristina Collins señaló que la presión constante de la funda de almohada sobre la piel puede resultar en la debilitación de los tejidos a largo plazo. "La presión regular en ciertas zonas de la piel durante la noche puede provocar una disminución sostenida de colágeno y tejido elástico, así como una circulación deficiente en esa área", detalla. También expone que la manera en que la piel se marca y el tiempo que demora en recuperar su estado "normal" pueden ser indicadores valiosos de sus necesidades.
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Arrugas matutinas: evidencia de la falta de humectación cutánea
Conforme envejecemos, según la explicación de la dermatóloga, la producción de colágeno en la piel experimenta una reducción. Esto ocasiona la pérdida de elasticidad y firmeza, aumentando la susceptibilidad a la formación de estas pequeñas arrugas. La especialista destaca que si notas que las líneas persisten por más tiempo, podría indicar una disminución en la elasticidad cutánea, un aspecto natural del proceso de envejecimiento. Asimismo, subraya que una piel bien hidratada y alimentada tiende a recuperarse de manera más rápida ante estos pliegues temporales.
Si observas que las huellas de la almohada en tu piel persisten más de lo habitual, puede ser el instante propicio para ajustar tu régimen de cuidado facial. Siéntete libre de incorporar productos que contengan ingredientes activos capaces de fomentar la producción natural de colágeno en la piel, tales como: vitamina C, AHAs o retinol. También puedes considerar un tratamiento nocturno más nutritivo, diseñado para potenciar su hidratación y elasticidad.