La escasa representación femenina en los cargos directivos de nuestro país es un claro ejemplo de la dificultad que tienen las mujeres para ascender en la escala laboral. Las cifras hablan por sí solas: solo el 30% de las empresas españolas tienen a una mujer como directiva. Entre los motivos de esta desigualdad se encuentra la crisis económica, la falta de oportunidades laborales, la maternidad y, en algunos casos, el desinterés de algunas mujeres por ciertos sectores. Aunque está claro que las mujeres son perfectamente capaces de desempeñar cualquier cargo y aportan valor añadido a las empresas, a veces nos frustra que existan tantas diferencias, especialmente en lo que respecta a la brecha salarial: en la actualidad, una mujer directiva cobra de media unos 700 euros menos al mes que un hombre por desempeñar el mismo cargo, según datos de la OIT.
En lo que concierne al mundo de la restauración la presencia femenina es muy escasa, pero a veces nos encontramos con alguna excepción. Es el caso de María Carceller, Consejera Delegada del Grupo Rodilla desde el año 2012. Esta conocida cadena de restaurantes experimentó un decrecimiento que casi les obliga a cerrar para siempre sus restaurantes, pero desde hace tres años, con el cambio de accionistas y la elección de María como CEO del grupo, la empresa ha incrementado sus ventas y ha reafirmado su imagen. ¿Qué supone ser mujer y ponerse al frente de un gran proyecto? ¿Qué trabajo hay que desempeñar para sacar un restaurante adelante? María Carceller nos lo cuenta.
Renovarse o morir
Este es el lema que han tenido que asumir algunas empresas para poder sacar la cabeza en estos tiempos de crisis, especialmente las cadenas de restaurantes. Adaptarse a los gustos de la gente, a las nuevas tendencias y hacer un lavado de cara a los establecimientos son tres puntos claves a la hora de reformar un negocio. Precisamente para llevar a cabo esta tarea decidieron contar con María Carceller, quien ya había trabajado anteriormente en la dirección de Pepsico y McDonalds. La cadena de sándwiches ha invertido en los últimos tres años cinco millones de euros (precedentes del Grupo Damm, sus nuevos accionistas) en modernizar sus locales, lanzar nuevos productos, adentrarse en el mundo de las redes sociales y expandirse fuera de la capital. "Estoy muy satisfecha con el resultado del equipo. Han sido tres años de muchísimo trabajo y esfuerzo, pero podemos decir que la fase de estabilización ya la damos por finalizada", confiesa la CEO, quien explica lo ajetreado que puede resultar este trabajo: "En este sector no hay dos días iguales, es tremendamente dinámico. Mi día a día consiste en gestionar que se consigan a corto plazo los objetivos y trabajar para que sigamos la estrategia marcada".
Sin embargo, para gestionar bien un negocio no vale solo con invertir dinero en él, también hay que invertir tiempo. Conocer a los empleados que sacan adelante un restaurante y tratar con los clientes que lo frecuentan es una buena forma de hacerlo. María nos cuenta que se pasó durante tres días por los establecimientos del grupo para fabricar y vender sus productos.
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Ser madre y directora ejecutiva, dos tareas compaginables
La conciliación laboral es imprescindible si se quiere compaginar la maternidad con la dirección de una empresa. Lamentablemente, convertirse en madre hoy en día puede ser un motivo de despido. El pasado año el Instituto Internacional de Ciencias Políticas desveló qué empresas respetan mejor la conciliación en nuestro país: Repsol obtuvo el primer puesto y Media Markt el último. ¿En qué lugar debería ir Rodilla? "Casi el 100% de las bajas de maternidad se reincorporan tras ella y en su totalidad vuelven a las características laborales anteriores. Aún estando de baja o excedencia por maternidad, seguimos dándoles formación para que evolucionen en su puesto laboral. A nivel de grupo te diría que somos uno mayoritariamente femenino: el 72% somos mujeres", comenta María. "Aunque el sector de la restauración es de los más complicados de conciliar debido a los horarios de atención al público".
¿Y qué hay de la presencia femenina en los puestos directivos? Por su experiencia en él, María cree que está despegando poco a poco: "Se está experimentando un gran cambio en este sentido, uno que se ha ido acelerando en los últimos diez años. En nuestro caso somos casi paridad en el comité de dirección: tres mujeres y cuatro hombres, y la verdad es que creo que es parte de la riqueza del equipo". Una riqueza que al parecer las empresas van a tardar bastante tiempo en conseguir dado los datos tan pesimistas que nos ofrece la OIT, quien calcula que podría llevar entre cien y doscientos años lograr la igualdad en los puestos ejecutivos.
Teniendo en cuenta que en cuestión de conciliación e igualdad España está a la cola de los países europeos, quizá es hora de plantearse qué medidas se deberían llevar a cabo para mejorarlo. El hecho de que una mujer se encuentre al frente del equipo directivo de una empresa puede ser un buen motor de crecimiento global y competitividad. Nos alegra saber que poco a poco vamos rompiendo las barreras de los diferentes sectores de nuestro país.
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