El trabajo ideal, a menudo, se piensa como aquel en el que coinciden un horario que se pueda adaptar a las necesidades individuales, un salario atractivo, el salario emocional, responsabilidades que brindan motivación y una ubicación que, entre más cerca del hogar, más conveniente.
A pesar de que ese trabajo ideal es visto por muchos como una esperanza poco realista, académicos de la renombrada Universidad de Harvard sostienen que los auténticos elementos que componen la ecuación de la felicidad en el entorno laboral difieren significativamente de los criterios previamente mencionados, acercándose más a conceptos considerablemente más abstractos.
Arthur C. Brooks, un profesor e investigador especializado en estrategias y hábitos para alcanzar la felicidad de la Universidad de Harvard, específicamente destaca dos elementos esenciales para disfrutar de la vida, incluso durante las horas laborales. Este punto resulta intrigante, considerando que la mayoría de las personas dedicamos al menos ocho horas diarias al trabajo. En consonancia con esta perspectiva, Brooks fue particularmente claro al afirmar que "si experimentas infelicidad en el trabajo, es probable que también la experimentes en la vida", frase que expresó en una entrevista para la revista Harvard Business Review.
El especialista sostiene que existen dos elementos que tienen un impacto directo en nuestro bienestar en el ámbito laboral: la percepción de realizar el trabajo de manera satisfactoria y la habilidad para ser de utilidad a los demás.
El primer aspecto está conectado con diversos conceptos afines que, simultáneamente, lo complementan y esclarecen. La idea es que al dedicarnos a realizar nuestras tareas de la forma más destacada posible, sin importar cuál sea la labor, y al hacerlo con esmero y compromiso, es probable que experimentemos armonía en la vida y satisfacción. En este contexto, Brooks subraya la importancia de contar con el reconocimiento por parte de los superiores para alcanzar ese nivel de bienestar.
La obtención de ese reconocimiento, que en términos prácticos se refiere a la apreciación equitativa por parte de los demás, suele ser un logro difícil de alcanzar. Además, en la actualidad, con el teletrabajo ganando terreno como una opción cada vez más común, puede resultar aún más desafiante que cuando desempeñamos nuestras labores de manera presencial. En ese contexto, la frecuente interacción diaria facilita que quienes nos rodean puedan percibir fácilmente el esfuerzo o disfrute que dedicamos a los proyectos, tareas y funciones que llevamos a cabo.
De acuerdo a Brooks, el segundo fundamento que respalda la felicidad en el ámbito laboral está vinculado con la construcción y preservación de relaciones personales positivas, ya sea con los superiores y compañeros de trabajo o con colaboradores y clientes. De esta forma, el especialista destaca que dar importancia al entorno en lugar de a uno mismo, y concentrarse en los demás, contribuye significativamente a experimentar mayor satisfacción.
La noción es que si, al concluir tu día de trabajo, no solo has cumplido adecuadamente con tus responsabilidades laborales, sino que las has llevado a cabo con maestría y dedicación, adoptando una actitud amable y servicial hacia las personas con quien convivimos, ya sean colegas, superiores o clientes, es muy probable que estés encaminado hacia la felicidad en el entorno laboral y, por ende, en la vida.
Como ya hemos visto, la clave que desbloquea la puerta hacia la felicidad en el trabajo se encuentra en la ejecución competente de las tareas laborales y en el establecimiento sólido de relaciones personales, de acuerdo al experto. No obstante, en este contexto, resultaría intrigante también descubrir cuál es la llave que causa el efecto contrario, en otras palabras, los elementos que generan insatisfacción en la vida profesional.
A esta incógnita respondió el profesor de la Facultad de Medicina y colega de Brooks en la Universidad de Harvard, Robert Waldinger. El profesor llevó a cabo un estudio con la participación de 700 individuos a nivel global por un largo periodo, con el propósito de identificar la razón principal que obstaculiza la posibilidad de experimentar felicidad en el ámbito laboral.
Según la investigación, aquellas personas que tienen escasas oportunidades o necesidades de interactuar con otros en el ámbito laboral y, en consecuencia, no logran establecer conexiones personales significativas, tienden a experimentar mayor infelicidad.
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La teoría de Brooks es respaldada por la conclusión alcanzada por Waldigner, ya que una vez más destaca la importancia de las relaciones interpersonales como elemento clave para elevar el estado de ánimo hacia la felicidad en el trabajo.
Específicamente, este tipo de aislamiento, que contribuye a la infelicidad en el ámbito laboral, impacta principalmente a profesiones como las de mensajeros, repartidores, camioneros o individuos que desempeñan funciones en turnos nocturnos o atención al cliente telefónica, así como a aquellos que trabajan desde casa.