La escasa representación femenina en los altos cargos empresariales, pero también en los públicos tal y como denunciaba hace unos días la Unión Europea, es un buen reflejo de lo difícil que resulta a las mujeres acceder a los puestos de responsabilidad. A pesar de que la OCDE y el Banco Mundial aseguran que la integración de la mujer en las empresas significa un valor añadido y potencia su competitividad, los datos reflejan todo lo contrario.
Emprender en femenino ha sido el título elegido este año por Mujeres para el Diálogo y la Educación para celebrar del V EMPLIEPLO, Encuentro Euro-Mediterráneo de Mujeres Líderes en la Empresa y en la Política. En él se reunieron mujeres empresarias y emprendedoras, así como políticas y representantes de distintas organizaciones para denunciar la escasa representación femenina en las grandes empresas.
Un ejemplo: solo el 17% de los directivos del IBEX son mujeres. Este dato confirma la escasa igualdad de oportunidades de nuestro país, según Esther Valdivia, la Presidenta CEO de Publicaciones Profesionales. Pero también los obstáculos que tienen las emprendedoras son aún mucho mayores que los de los hombres, ya que sólo un tercio de los autónomos son mujeres, dijo Carmen Plaza, Directora del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades. Aunque el 54% de los emprendedores en el mundo rural son mujeres, como sostiene Carmen Quintanilla, Diputada por el PP y Presidenta de la Comisión de Igualdad del Congreso, en el mundo urbano su presencia no supera el 30%.
Este derroche de talento que están realizando las empresas al descartar candidaturas femeninas es una decisión errónea ya que, como aseguran desde EMPLIEPLO, la igualdad de sexos es una ventaja corporativa que al final supone una vía segura para la mejora de la economía y, desde luego, un enriquecimiento democrático. Sin embargo, los datos son los que son y aún nos queda mucho camino por recorrer para conseguir una justa igualdad.
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