Estos son los tres supuestos que engloban, en general, el concepto de accidente de trabajo. Pero hoy lo analizamos paso a paso, para que estés informada si sufres un accidente laboral que te causa algún tipo de lesión. Hablamos de las mutuas, las bajas, las incapacidades permanentes... No nos dejamos nada en el tintero con el fin de que sepas cómo actuar legalmente en caso de accidente de trabajo.
Estás en tu oficina y, de repente, un suelo mojado no señalizado te hace caer bruscamente y te rompes el brazo. Seguramente no llegue a ocurrirte esto, ni nada parecido, pero por si acaso, queremos que estés preparada. Si el ejemplo que hemos puesto se hace realidad, o cualquier otro accidente en el que tú eres la víctima, debes saber lo esencial. Esto significa que no debes salir corriendo por tu cuenta. Informa al responsable de la empresa para que te derive a la mutua. Pero si se trata de una urgencia grave y no hay tiempo para acudir a la mutua, se debe contactar con un centro médico u hospital. Pero, en ese supuesto, has de dejar claro allí que se trata de un accidente laboral.
La causa del accidente laboral
La atención médica es lo primero, pero después, empiezan los trámites. No obstante, si hablamos de indemnizaciones, debes tener en cuenta que no todos los accidentes que sucedan en el entorno laboral son calificados como accidentes laborales de cara a una compensación económica. Será accidente laboral si la causa se debe a alguna acción (u omisión) de la empresa. Ello es sinónimo de falta de medidas de seguridad.
Un letrado especialista en la materia te puede ayudar en este proceso. En el resto de casos, tendrías tu salud cubierta pero ninguna cuantía indemnizatoria. Pero, ¿qué pasa si el accidente que has sufrido se ha debido a una imprudencia propia? Hablamos de cuando has ignorado deliberadamente las advertencias y las medidas de seguridad que pone la empresa a tu servicio. La respuesta es que no se considerará accidente laboral. De modo que, como empleada, siempre debes prestar atención a las normas de la compañía al respecto.
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Qué hacer después del accidente
Una vez pasado el mal momento, si los médicos consideran que tu lesión te impide desarrollar con normalidad tus tareas laborales, te darán la “baja”. Existen tres tipos de incapacidades laborales:
- Llamada incapacidad temporal (I.T). Este tipo de incapacidad está acompañada de una prestación económica. Esta se incluye dentro de la acción protectora de la Seguridad Social. Como el origen ha sido un accidente de trabajo, cobrarás un 75% de la base reguladora de tu nómina. Y entra en vigor al día siguiente tras la baja.
- Si la lesión que has sufrido se alarga en el tiempo, o sus secuelas, quizá puedas acceder a una incapacidad permanente. Seguro que has oído hablar numerosas veces de este término. No es fácil de conseguir, aunque sea totalmente merecida. Un bufete de abogados especializado en la materia te puede ayudar en este sentido. No obstante, tú misma puedes solicitarla alInstituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). En definitiva, se trata de cobrar una pensión -que puede llegar a ser para toda la vida- por no poder ejercer tu profesión. Esta es la definición de incapacidad permanente total.
- La absoluta, la cual también te sonará, se otorga cuando estás incapacitado para ejercer, no el tuyo, sino cualquier tipo de trabajo. Implica una pensión mayor, como si fueras casi un empleado a jornada completa -la incapacidad total equivale a algo menos de un sueldo de media jornada aproximadamente.
¿Cuándo cobrarías aún más dinero?
Llegados al punto de una incapacidad permanente absoluta, la Seguridad Social puede aumentar la cuantía de tu prestación mensual si se ha dado una situación que te ha generado una indemnización. En otras palabras, y recordando lo que mencionábamos líneas arriba, que la empresa no haya cumplido con las medidas de seguridad adecuadas. Y dicha infracción sea considerada lo suficientemente grave. En estos casos, tu pensión se incrementará entre un 30 y un 50%. Y ese plus recaería en tu empresa. Por tanto, si padeces un accidente de trabajo que te lleve a no poder trabajar más, ¡no pierdas de vista este último apunte!
Articulo escrito en colaboración con Maab Consulting Abogados.
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