Con solo cinco años de vida, el pequeño Gibson ya sabe lo que es ser la estrella de una cancha de baloncesto. Con su equipación personalizada de los Utah Jazz y un contrato por un día para debutar en este deporte, el pequeño se convertía en un súper héroe capaz de luchar contra la leucemia con la que convive desde hace dos años.
Hasta el año que viene, el niño no podrá ingresar en el grupo junior de este equipo de la NBA, así que los jugadores decidieron hacer la espera más corta y lanzarse a la cancha de baloncesto con el pequeño. Con gran habilidad y derrochando felicidad, Gibson cruzó la pista con el balón y, cuando estaba a punto de llegar a la zona de tiro, uno de los jugadores lo alzó en brazos para que encestase la que, a buen seguro, ha sido la canasta más emocionante de su vida.
Un pequeño gesto de este equipo de la NBA que ha hecho posible que Gibson se olvide de su enfermedad y sea, por unos minutos, el niño más feliz del mundo. ¡No te pierdas este momento estremecedor!
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