Cuando nos enfadamos, es porque sentimos miedo. Muchos de nuestros miedos son inconscientes y, sin que nos demos cuenta, van boicoteando nuestros mejores propósitos y nuestra paz interior. Por eso, ¿por qué no aprovechar nuestros enfados para desenmascararlos y liberarnos de ellos?
Te enfadas cuando te sientes dolida o herida. Lejos de lo que suele parecer y tendemos a pensar, lo que importa no es la intención de la otra persona, sino tu sentimiento respecto a ello, en este caso, el miedo. Y ese sentimiento, está relacionado con el significado que Tú le das.
Te enfadas cuando te sientes dolida o herida.
Alguna de vosotras pensará… “¡Uy, no me digas eso!, ¿acaso no me voy a enfadar si me dicen algo hiriente?“. Lo que te duele no es lo que te dicen, lo que te duele son las heridas y los miedos que tienes y que esas palabras han reavivado. Es parte de la “película” de tu vida. Utiliza ese dolor para encontrar el miedo que hay en ti y que te hace enfadar.
Como es una gran liberación entender esto, y te evita mucho sufrimiento innecesario, merece la pena entenderlo bien, así que, vamos con unos ejemplos...
“Es que mi hermano no me habla… ¿cómo no voy a estar enfadado con mi hermano si no me habla? ¡menudo personaje! ¿crees que puedo consentir que no me hable con todo lo que he hecho por él?”.
No digo que esta situación sea “agradable”, ni que sea “justa”, lo importante es que te des cuenta de que, detrás de ese enfado hacia él, hay un miedo tuyo: miedo a la pérdida de su amor, miedo a que no te reconozca como un buen hermano, miedo a que no reconozca todo lo que has hecho por él, miedo a la soledad…. Y si tomas consciencia de ello, si te das cuenta de que lo que a ti te afectan son tus propios miedos, no te enfadarás. Resolverás lo que tengas que resolver y actuarás como consideres, pero no te enfadarás, ni lo convertirás en rencor.
Imaginemos que te enfada mucho que tu hija llegue tarde a casa… Te enfadarás si consideras que tu hija te está faltando al respeto, que no tiene consideración hacia ti. Y esos enfados irán afectando a la calidad de vuestra comunicación, y no resolverán nada. Si embargo, si te das cuenta de que estás enfadada porque tienes miedo de que le pase algo, no te enfadarás con ella. Pondrás límites claros, buscarás soluciones, pero no te enfadarás. Ella no llega tarde porque te quiera fastidiar, ella lo hace porque considera que es justo, aunque tú lo veas de otro modo. Si te das cuenta del miedo que hay en ti, puedes hablar con ella y explicárselo, decirle que entiendes que ella quiere pasarlo bien, pero que temes que la pueda pasar algo y que necesitas que te eche una mano con eso…. Como no estás enfadada, podréis encontrar una solución juntas.
Una vez comprendes el fondo de la cuestión, el mecanismo es el mismo... Haz de Sherlock Holmes ante el enfado, descubre el miedo que esconde, ¡y observa los resultados en tus relaciones y en tu vida!
Artículo realizado por Úrsula Calvo Casas, creadora del método Yo ahora, instructora de meditación, experta en Inteligencia Emocional y fundadora del Úrsula Calvo Center (Madrid)
LETTER
Y además:
Test: ¿cómo de miedosa eres?
Test de personalidad: ¿eres ángel o demonio?