Existe un número de problemas en los pies que suelen ser los más frecuentes en la mayor parte de la población, sin embargo, siempre es posible evitarlos con un correcto cuidado. Por ello, lo ideal es prevenir, por lo que es importante acudir a la consulta de podología desde la infancia, para que un profesional lleve a cabo un examen exhaustivo de cada caso en particular y diagnostique cuáles son los tratamientos y medidas que más se adapten al cuidado de nuestros pies en concreto.
Aunque algunas patologías llevan cierto componente hereditario, con un correcto cuidado podemos evitar que se desarrollen, así sucede por ejemplo con los juanetes o las uñas encarnadas.
Los problemas más frecuentes son:
- Mal olor: en la infancia y sobre todo en la adolescencia, cuando la situación hormonal está más desestabilizada, es mucho más frecuente el mal olor de pies, pues se suda más, etc. Lo mejor para evitarlo es mantener una continua higiene de lavado y cambio de calcetines, pues ahí también se acumulan los microorganismos que producen mal olor. También ciertas sustancias antitranspirantes o desodorantes como el talco, silicona en polvo, carbón activado y mentol pueden resultar positivos. No obstante, si el mal olor persiste es necesario acudir a la consulta de podología pues, quizá sea necesario que se recete algún producto o fórmula magistral para paliarlo.
- Uñas encarnadas: suceden cuando una uña se entierra en el dedo. Se trata de un problema bastante frecuente que va en aumento con el paso de los años. Por eso es imprescindible realizar un correcto corte de las uñas en todo momento, desde que se es niño. Aunque hay otros factores que pueden causarlo e incrementarlo, se trata de un problema bastante doloroso. No obstante, el profesional de Podología puede aplicar los diferentes tratamientos conservadores o quirúrgicos para poder solucionar este problema.
- Dedos “en garra”: es una contracción muscular en la zona de los dedos que puede llegar a causar su deformación en forma de garra, de ahí su denominación. Normalmente, se realiza una evaluación biomecánica que permite detectar el problema, y, con plantillas u “ortesis”, así como dispositivos de silicona en los dedos, podría mejorar. No obstante, el profesional de la Podología determinará si será necesario recurrir a cirugía.
- Callosidades o “helomas”: nuestra piel tiene su propio mecanismo de defensa contra los roces engrosándose y formando estos engrosamientos conocidos popularmente como callos. Aunque crecen hacia arriba como una dureza, también lo hacen hacía dentro, provocando más dolor. Esta frecuente anomalía de la piel suele surgir con normalidad por el roce de los zapatos, etc., pero el profesional de la Podología podrá eliminarlos para corregir la molestia que producen.
- Papiloma plantar: con origen en el virus del papiloma humano, se trata de una infección que da lugar a una verruga en la planta. Suele surgir con frecuencia en adolescentes. El objetivo terapéutico en este caso es eliminar la lesión mediante frío (nitrógeno líquido), láser, ácidos de diferente potencia, etc. Este tipo de lesiones pueden ser dolorosas o no serlo, dependiendo del tamaño, su evolución o localización exacta. Es importante tratarlas lo más rápido posible, porque cuanto más tiempo pase, más dolorosas pueden ser y más se implantarán en la piel.
- Juanetes: se trata de una deformidad del dedo gordo que puede afectar a todo el pie. Aunque es el término que más se escucha cuando se habla de problemas en los pies, no siempre está bien empleado. Aunque tiene un gran componente hereditario, puede controlarse tomando las medidas pertinentes y yendo al profesional de podología para evitar que se desarrolle con el paso de los años. El uso de plantillas y de un correcto calzado puede hacer que se controle y no tenga por qué ir a más, sin embargo, ignorar el problema y el uso de ciertos zapatos, con un exceso de tacón, puede hacer que evolucione más rápido. Por otro lado, dependiendo del grado de desarrollo del problema, se aportarán unas u otras soluciones, desde las plantillas podológicas hasta la cirugía.
- Neuroma de Morton: se trata de un engrosamiento del tejido que rodea el nervio digital que se extiende a los dedos del pie, producido por una inflamación de la membrana que cubre uno de los nervios del dedo y causa un dolor de tipo nervioso. Suele producirse por el uso de un calzado demasiado estrecho. Una de las soluciones que suele emplearse primeramente es un tratamiento mediante plantillas podológicas o bien otro tipo de dispositivos a medida entre los dedos afectados. En el caso de que no se solucionase se emplearían otro tipo de soluciones menos conservadoras como la cirugía.
Aunque todos estos problemas son bastante frecuentes entre la población, algunos de ellos lo son aun más entre las mujeres, como los juanetes o el neuroma de morton debido a los hábitos de calzado ya que algunas de estas patologías se agravan y se relacionan en muchas ocasiones con el uso de tacones. Por ello, nunca debemos olvidar de utilizar un correcto y cómodo calzado. Y en el caso de llevar tacones, intentar hacerlo con la menor frecuencia posible, y siendo tacones anchos y no demasiado altos.
Artículo elaborado en colaboración con Juan Carlos Montero Vocal de Publicidad, Comunicación y Redes de COPOMA
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