El periodo entre la pedida de mano y la boda suele ser de un año. Hay parejas que prefieren no esperar y acortar ese periodo, pero lo cierto es que es un tiempo muy necesario para planificar todo lo referente al gran día y, sobre todo, disfrutarlo con calma. La etapa como prometidos es una de las más dulces que recordaréis y merece la pena vivirla sin prisa. Por eso, si decides alargar el tiempo a más de un año, encontrarás muchas ventajas.
Disfrutarás mucho más
La época de compromiso es una de las mejores que viviréis como pareja. Así que, ¿qué mejor que aprovechar ese tiempo para compartir tu felicidad? Es el momento de presumir de anillo de compromiso allá donde vayas y de subir todas las fotos de pareja que quieras a tus redes sociales. ¡A disfrutar!
Os aseguraréis de que habéis tomado la decisión correcta
Casarse de forma precipitada no siempre es buena idea. Tener tiempo para reflexionar os ayudará a estar más seguros del paso que vais a dar y lo afrontaréis con mayor estabilidad. Es una etapa en la que tendréis que poneros de acuerdo en muchos temas y formar un equipo para que todo salga bien. Si no es así, quizá no estáis preparados para casaros.
Podréis ahorrar para tener una boda de ensueño
Estar prometidos durante más tiempo del habitual os permitirá ahorrar mucho más y tener la celebración que deseáis. Casarse es caro, así que, esos meses extra os vendrán genial para que vuestro presupuesto sea mayor. Desde encargar el vestido que siempre has imaginado en tu infancia hasta contratar todos los servicios que quieres que haya en la fiesta. ¡Estaréis mucho más tranquilos!
Asimilarás que hay cosas que no puedes cambiar
Quizá tu pareja invite a alguien a la boda con quién no te llevas bien o no estés de acuerdo con algún aspecto del gran día que a él le hace mucha ilusión. Sabes que hay cosas en las que tendrás que ceder, no hay otra opción. La buena noticia es que tendrás tiempo para hacerte a la idea. Seguramente ese día ni le des importancia.
¿Indecisa? Podrás replantearte cualquier aspecto de la boda
Quizá ya no estás tan convencida de celebrar tu boda al aire libre y prefieres que sea en un gran salón. O puede que el estilo de la boda que habías imaginado inicialmente no te acabe de gustar. No hay problema, cuentas con tiempo suficiente para probar diferentes opciones y replantearte todo.
Tendrás más tiempo para ponerte en forma
¿Te encantaría estar en forma el día de tu boda? Si la fecha aún es lejana, podrás apuntarte a la vida sana y conseguirlo. Seguir una alimentación equilibrada y hacer deporte dará sus frutos y, al hacerlo con tiempo suficiente, los cambios serán más duraderos. ¡El vestido te quedará de diez!
Conseguiréis la luna de miel perfecta
Organizar la luna de miel es uno de los puntos más divertidos y, a la vez, más complicados de casarse. Hay que tener en cuenta los gustos de ambos a la hora de elegir el destino, el tiempo que tendréis disponible, el alojamiento, las actividades que queréis hacer durante el viaje, y, por supuesto, el presupuesto disponible. En este último aspecto entra de nuevo la ventaja de que podréis ahorrar más. Además, tendréis más tiempo para planificarlo y conseguir que sea exactamente lo que queréis. Para que comiences a inspirarte, te dejamos 12 suites en las que, sin duda, cualquiera querría pasar su luna de miel.
¿Aún tienes dudas de que comprometerse con bastante antelación solo os traerá cosas buenas? ¡Feliz compromiso!
LETTER
Y además:
10 cosas que debes hacer con tu novio antes de casarte
10 signos que indican que aún no estás lista para casarte