Al noroeste del Caribe, mar que se divide sus costas junto con el Océano Atlántico, se encuentra Puerto Rico, un singular país que se define como estado libre asociado a Estados Unidos pero con capacidad de autogobierno, donde el español y el inglés conviven y se entremezclan sin remedio, y que cuenta con una variedad de paisajes tal que hace de este lugar uno de los mejores rincones del mundo para disfrutar de una luna de miel.
En Puerto rico todo es posible. Se puede ver amanecer en el Atlántico y ponerse el sol en el Caribe, es posible disfrutar de una piña colada en el lugar exacto en el que su creador, Ramón Portas, inventó este cóctel en 1963 y también bucear en las aguas más cristalinas que se pueden encontrar en el mundo. Y todo ello en los escasos 9.000 km cuadrados que mide la isla.
El viejo San Juan es la capital del país y por sus coloridas calles se respira belleza, historia, cultura y música. Una visita obligada es su catedral, donde descansan los restos de Ponce de León, así como el teatro Tapia, un bello edificio del siglo XIX, o la fortaleza del Morro, desde donde se puede observar toda la bahía de San Juan. También el Castillo de San Cristóbal o el cementerio de María Magdalena de Pazzis, donde está enterrado Pedro Salinas, uno de los principales representantes de la Generación del 27, son interesantes de visitar.
Uno de los lugares más fascinantes de Puerto Rico es el bosque lluvioso de El Yunque, la única selva tropical de Estados Unidos y una representación de cómo era la isla cuando Cristobal Colón llegó a ella. En esta reliquia vegetal, uno de los lugares en los que más llueve del mundo, conviven unas 240 especies vegetales y otras tantas animales distribuidas en los más de 1.000 metros cuadrados que ocupa.
Pero quién viaja hasta Puerto Rico busca disfrutar de sus magníficas playas, más de 300 en todo el país, y las más bonitas dicen que están en la Isla Culebras. Navegando 40km al este se encuentra este pequeño paraíso donde sus escasos habitantes os recibirán con los brazos abiertos, así como el mar os saludará con cristalina sonrisa. Buceo, magnífica gastronomía, sol y arena, perfecto para enamorados recién casados.
Por último, os recomendamos que recorráis la isla y descubráis los maravillosos y variados rincones que ofrece, os sorprendáis con la naturaleza en su máximo esplendor y os dejéis seducir por la amabilidad de sus gentes.
Texto: Isabel Gallego
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