Parece que después de organizar una boda y del ajetreo del gran día, el tema de hacer una simple maleta nos parece peccata minuta, ¿verdad? Pues aunque no lo parezca, ir bien equipados en vuestra luna de miel también tiene su aquel y todo debe estar pensado al milímetro. No es un viaje cualquiera, son unos días que vais a recordar el resto de vuestra vida y no hay que dejar ningún detalle al azar. Como somos todo amor, te ayudamos a hacer una lista de las cosas más importantes que debes meter en tu equipaje, para que sólo os dediquéis a disfrutar de lugares como estos:
1. ¿Y qué me pongo?
¿Viajas a una isla paradisíaca llena de cocoteros o habéis optado por el turismo con frío pelón? Piensa bien en el clima y en las actividades que vais a realizar en vuestro destino: la ropa deberá ir acorde y tendréis que llevar lo justo y necesario. Que sí, que seguro que queréis ir guapos y salir estupendos en las fotos de Facebook pero, sobre todo, tenéis que pensar en la comodidad. Ser funcional e ir como un pincel son conceptos que no están reñidos.
"No te olvides la toalla cuando vayas a la playa, sha la la la la". Si escogéis un destino de sol, mete todo lo necesario para disfrutar sobre la arena: bikinis, bañadores, pareos, chanclas, alpargatas, toalla, sombrero, pañuelo para el pelo (¡prueba a hacerte un turbante para ser la reina de la playa!), bolsa que se pueda doblar fácilmente y gafas de sol. Para el día, lo mejor es que optéis por vestidos de verano: no ocupan espacio y te pueden sacar de mil apuros según cómo los combines con tus complementos. Camisas, camisolas, faldas vaporosas y shorts son siempre una buena opción. En cuanto al calzado ¡no te pases! Es lo que más abulta. Un par de sandalias fresquitas, unas sneakers cómodas por si toca patear y una sandalia elegante es más que suficiente.
Para destinos fríos sed prácticos. La ropa de invierno ocupa el doble y no luce tanto. En cualquier caso, nunca está de más meter un modelito más arreglado para vuestras cenas más especiales y románticas. ¡Tampoco olvides tus conjuntos más bonitos de lencería! La luna de miel, sea donde sea, requiere su dosis de sofisticación.
2. Neceser
Es el kit más práctico del viaje y el que nos causa más quebraderos de cabeza cuando se nos acumulan mil botecitos de contenido indescifrable. Lleva tus básicos diarios de maquillaje e higiene personal, aquello que te resulte imprescindible para el aseo. El resto de cosas (jabón, pasta de dientes...) podrás comprarlas allí o te las darán, seguramente, en el hotel. Pinzas de depilar, cuchillas, secador, planchas, espuma limpiadora... Sopesa lo que realmente puedas prescindir, ¡cuanto menos mejor! Eso sí, obligatorio si vas a la playa llevar protector solar y un buen after sun.
3. Un pequeño botiquín
Para posibles contratiempos nunca está de más. Según el destino, incluiremos unos productos u otros. No pueden faltar las socorridas tiritas, algodones, agua oxigenada, repelente de mosquitos y vuestros medicamentos para alergias o enfermedades. Dependiendo del país al que vayáis os será difícil acceder a ciertos productos farmacéuticos, así que es mejor curarse en salud.
4. Gadgets y cargadores
Las fotos del móvil están muy bien pero, si tienes, no te olvides de tu cámara fotográfica: un viaje así tiene que ser inmortalizado de la mejor manera posible. ¿Y qué tal llevar el típico palo para selfies? Seguro que resulta divertido. Este viaje sería el momento perfecto para desconectar, pero sabemos que no podemos vivir sin nuestros móviles, ipods, tablets y sus correspondientes cargadores, ¡no los olvides o entrarás en pánico! Echa un vistazo al tipo de enchufes que hay en vuestro destino, por si os tenéis que hacer también con unos adaptadores. Con todos vuestros gadgets y un buen libro el viaje será aún más apetecible.
5. Para las más precavidas
Un pequeño costurero de viaje, un pegamento instantáneo que te pega desde un collar hasta la rueda de la maleta. La típica chaquetilla "por si acaso" aunque vayas a un destino de sol, y el típico bañador "por si hay baños termales o piscinas climatizadas" aunque vayas a un destino frío. Un quitamanchas en spray o un pequeño botecito con detergente. ¿Eres de las que su maleta parece el bolso de Mary Poppins?
No olvides dejar algo de espacio por si te quieres traer la típica máscara de madera de un Dios de Nueva Papúa, un queso de bola suizo para tu madre o un montón de telas de Tailandia que has comprado "baratísimas baratísimas" para hacerte mil vestidos. Sólo nos quedaría por meter en la maleta mucho amor y grandes dosis de espíritu aventurero, que no ocupan espacio y son imprescindible para disfrutar del viaje. Si aún no habéis elegido destino, ¡toma nota!
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