Cuando nos enteramos de que iba a ser Emma Watson quien interpretase a Bella sabíamos de antemano que la cosa pintaba bastante bien. Por eso, sin más dilación, este fin de semana hemos decidido escaparnos a las salas de cine y descubrir cómo se le había dado una vuelta a la versión de Disney para convertirla en una obra mucho más actual y feminista que la que todas vimos una y otra vez durante nuestra más tierna infancia.
1. No es un cuento de princesas
"Yo no soy una princesa". Así de literal contesta Bella cuando Garderobe, la cantante convertida en armario, le dice que la va a vestir como una princesa. Con ello, comprendemos que aquellos cuentos de príncipes azules que despiertan a princesas quedan totalmente atrás. ¡Bienvenidos al mundo real!
2. La historia de amor es mucho más real
Es cierto que cuando veíamos la película de Disney éramos niñas que aún estaban muy lejos de saber lo que era una relación de pareja. A día de hoy, con alguna que otra experiencia a nuestra espalda, nos damos cuenta de que aquello no podía empezar con un secuestro y un maltrato y acabar convirtiéndose en la más tierna historia de amor. En la película protagonizada por Emma Watson y Dan Stevens vemos cómo la relación va conformándose paso a paso y surge el amor cuando se pone interés por ambas partes.
3. Soltería sin tapujos
A Bella no le asusta ser la única soltera del pueblo y tiene claro que antes de acabar en brazos de un hombre como Gastón, prefiere prescindir de pareja. Para qué negarlo: a nosotras nos encanta que la protagonista tenga las cosas así de claras.
4. La satisfacción personal por encima de todo
Y relacionado con el punto anterior, nos encanta que Bella también esté decidida a viajar, vivir, leer... En definitiva, a hacer solamente aquello que la llena como persona.
5. Bella se rebela
Si en la película de Disney encontrábamos a una protagonista sumisa que aceptaba el maltrato de la Bestia sin oponerse ni luchar contra ello, ahora Bella contesta, dice lo que piensa y no se corta ni un pelo a la hora de chillar a quien quiere privarla de su libertad.
6. ¡Adiós a las escenas de maltrato!
En la versión de Disney éramos testigos de cómo la Bestia maltrataba a Bella, la tenía secuestrada, le gritaba, le obligaba a hacer cosas en contra de su voluntad... En la película de 2017, la Bestia sigue teniendo malos modales -algo que forma parte de su perfil- pero esta vez se han ahorrado ese lado más machista del protagonista masculino. ¡Bien hecho!
7. La inteligencia, característica principal de la protagonista
Ya en la película de Disney, sabíamos que Bella era una apasionada de los libros. En esta versión se deja ver de un modo aún más evidente la inteligencia de la protagonista. No solo lo demuestra con su devoción por la lectura, sino que además ayuda a su padre relojero a montar los mecanismos de sus piezas y renuncia a las adulaciones de Gastón por considerarlo un hombre sin objetivos ni miramientos.
8. Efectivamente... La belleza está en el interior
La principal moraleja del cuento era precisamente esa: no debemos juzgar por las apariencias, sino que lo importante es valorar lo que se esconde en dentro de cada persona. Y ese mensaje se sigue manteniendo intacto en la reinterpretación de carne y hueso de esta película.
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