A la fotógrafa francesa Iris Brosch siempre le ha resultado extraño que en el mundo de la moda y el cine se muestre un prototipo de mujer: altas y delgadas, como cortadas por el mismo patrón. Un mundo obsesionado con la delgadez extrema, que dicta unos cánones imposibles de conseguir para la gran mayoría de mujeres y que dista bastante de la realidad en la que nos movemos. En contra de toda esta fantasía de las medidas perfectas, Brosch ha creado "Physical Feminism" (Feminismo físico), un proyecto en el que sus maniquíes no tienen la talla 36. Esta artista quería mostrar mujeres con curvas o con algunos kilos de más y ha cosechado un éxito rotundo por todo el mundo.
En la reflexión que Brosch hace su trabajo habla de espacio. Para ella, la imagen idílica de la mujer está constantemente menguando. Especialmente en los últimos años en los que el aspecto físico es cada vez más delgado, como si la tendencia fuera ocupar el menor espacio posible en el mundo y, por tanto, en la sociedad. Con sus imágenes, Iris Brosch quiere recuperar este espacio y reclamar que no solo existe la anatomía de las modelos XS.
Evidentemente, la obesidad es otro problema al que tenemos que hacer frente en nuestra sociedad y que, al igual que la anorexia, es consecuencia de un estilo de vida no saludable. Sin embargo, esta última la vemos mucho más representada en un mundo que parece el escaparate al que todos debemos mirar. Si Iris Brosch ha decidido mostrarnos lo contrario es para reclamar que el cuerpo femenino no tiene un formato estándar y que cada mujer tiene un cuerpo y unos medidas propias.
Te dejamos con el video del backstage:
LETTER
Y además:
Una fotógrafa colombiana promueve una campaña contra la denigración de la mujer en el reggaeton
Las mujeres mecánicas de Senegal posan sin complejos