El pasado mes de abril, la familia Wilcher vivió un auténtico drama. Su hija, Victoria, estaba pasando unos días de vacaciones en casa de su abuelo, el cual tenía tres pitbulls. Pese a su corta edad, solo tres años, el abuelo decidió dejar a su nieta unos minutos sin vigilancia, momento que los perros aprovecharon para atacar a la pequeña. Victoria tuvo que ser hospitalizada de urgencia y perdió su ojo derecho. El abuelo fue inmediatamente arrestado, pero a raíz de este terrible incidente, la niña permaneció en el hospital durante semanas. Las fracturas que sufrió en la mandíbula y la nariz, no le permiten mover el lado derecho de la cara y actualmente necesita una atención médica que sus padres están luchando para financiar. Para ello, crearon una página de Facebook para pedir ayuda y recaudar el dinero necesario. Hace unos días, la familia Wilcher acudió a un restaurante KFC de Jackson, en Massachusetts, con el fin de disfrutar de una agradable cena en familia. Lo que no se esperaban era convertirse en un fenómeno de masas tras denunciar la supuesta discriminación que sufrieron en el restaurante.
"Sus heridas asustan a los clientes"
Al parecer, "la apariencia" de Victoria disgustó al personal de la cadena de comida rápida, hasta el punto de que uno de sus camareros de pidió a la familia Wilcher que abandonara el establecimiento. Tras esto, los padres de la pequeña decidieron denunciar lo sucedido en la red. "¿Te da miedo esta cara?" se podía leer en su página de Facebook, en la que además, la madre de Victoria explicaba: "La semana pasada, en el restaurante KFC de Jackson, se nos ha invitado a abandonar el establecimiento debido a que sus heridas asustan al resto de clientes. Nunca volveré a poner un pie en ninguno de los restaurantes de la cadena".
Este incidente podría costarle muy caro a KFC, ya que desde entonces, el imperio del pollo frito ha sido motivo de controversia en la red. ¡Y no es para menos! ¿Cómo puede alguien denegar el acceso a un restaurante a una niña que ha sido víctima de un terrible accidente? Tras las declaraciones de la familia Wilcher, la cadena americana pidió disculpas a la pequeña: "Nos tomamos el asunto muy en serio, ya que aplicamos tolerancia cero a cualquier ataque a falta de respeto hacia nuestros clientes." afirmó el portavoz de KFC en un comunicado a Wapt News. Según afirman los medios estadounidenses, la firma además donará un total de 30.000 dólares a los padres de Victoria con el fin de ayudarles a financiar las necesidades médicas de la niña.
La sombra de la estafa planea sobre el caso
A medida que el caso de Victoria ha ido haciéndose mediático, la familia ha ido recibiendo donaciones de cientos de personas que, al conocer su historia, han querido mostrarles su apoyo. Hasta 135.000 dólares y el compromiso del cirujano plástico Frank Stile de operar a la niña de manera gratiuta es lo que ha conseguido hasta el momento la familia Wilcher, sin contar con los 30.000 dólares que KFC les prometió.
Sin embargo, según las últimas informaciones derivadas de la investigación que KFC llevó a cabo para esclarecer los hechos, se habría demostrado que Victoria no estaba en dicho establecimiento el día que supuestamente ocurrió el incidente. Teri Rials Bates, tía de la niña, que estaba a cargo de la página de Facebook (que ha sido cerrada recientemente), dejó un mensaje en el que se leía: "Les juro que no es una farsa, nunca pensé que nada de esto fuese a causar tanto ruido".
¿Habrá sido una estrategia para recaudar fondos de manera rápida para la atención médica de la niña? De momento, todo apunta a que sí.
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