En Arabia Saudú unos agentes detuvieron a 60 niñas y 15 niños por encontrarse juntos en la celebración de una fiesta de graduación. La Policía Religiosa inspeccionó el lugar y no encontró bebidas alcohólicas, algo prohibido en el país que hubiera ocasionado graves consecuencias a los asistentes. Las niñas han sido entregadas a sus padres por la Comisión de la Promoción de la Virtud y Prevención del Vicio, mientras que los jóvenes han sido remitidos a las autoridades pertinentes, según ha informado la cadena Al Arabiya.
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El objetivo de la Policía Religiosa es hacer cumplir los estrictos códigos de conducta establecidos en el reino, por lo que cuentan con patrullas callejeras que revisan la separación de mujeres y hombres, la vestimenta y los rezos musulmanes. Hace varios meses la Policía Religiosa obligó a varias mujeres que se encontraban en los columpios de un parque público a bajarse porque el balanceo podría alentar a los hombres a acosar o abusar de ellas. Una vez más tenemos que asistir a un hecho que denigra a la mujer en países en los que todavía es considerada inferior al hombre.
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