Es reconfortante ver que en la batalla por hacer de este mundo uno más justo, también luchan los niños y los jóvenes. Hace una semana conocíamos la historia de Omaima, quien con solo 15 años, está movilizando al campo de refugiados sirios en el que vive para evitar que las niñas contraigan matrimonio forzado. Esta vez, nos hemos topado con Achie, una joven que se ha convertido en la voz de todas aquellas niñas que, como ella afirma, no quieren ser juguetes sexuales. Su discurso en la Cumbres de Gobiernos del Mundo consiguió crear conciencia sobre la situación de las niñas a nivel mundial. Allí habló en nombre de todas para reivindicar medidas que frenen los abusos sexuales: quiere algo tan sencillo como poder ir a la escuela sin ser violada.
Achie fue elegida por Kathy Calvin, presidenta de UNFoundation, para hacer llegar su discurso a oídos de todos. Y es que esta joven lleva participando desde los 15 años en diferentes organizaciones de defensa de los derechos de las niñas en su país. Actualmente forma parte de Let Girls Lead, impulsada por la ONU.
© Facebook Let Girls Lead
"No quiero convertirme en un instrumento para el sexo", sentenció Achie frente al público del auditorio de Dubai donde se celebraba la cumbre. "El principal problema de las mujeres es la brecha educativa. Es emocionante sentir que puedes cambiar algo”. Y es que la media de escolarización de niñas en Etiopía es de 1,4 años, mientras que la de los niños es de 3,6. "Les dan educación a los chicos porque creen que ellos van a tener éxito”, afirmó.
Calvin, su acompañante durante el evento, incidió en unas declaraciones recogidas por el periódico El País, en la importancia de escuchar a las jóvenes y acabar con el matrimonio forzado y los abusos sexuales de las menores : “No entendemos realmente lo que quieren, sus sueños. Cuando les escuchamos, nos damos cuenta de que desean algo tan sencillo y práctico como ir a la escuela sin ser violadas.
Achie explicó que algunos países, como el suyo, apelan a la tradición para justificar el matrimonio infantil o la mutilación genital femenina. “A lo mejor a alguien no le gusta mi mensaje y respeto su punto de vista, pero pienso que están equivocados", dice la joven, quien defiende a capa y espada que las niñas no deben casarse, y menos aún si se hace por obligación y conlleva abandonar su educación.
“Yo creo que la agenda política se olvida de lo que es ser niñas. Y no veo ninguna alternativa mejor, nada más sostenible, que invertir en ellas”, concluye Achie, quien irá el próximo curso a la universidad de Princeton, en Estados Unidos, a estudiar Ingeniería o Informática. Aún no ha decidido por cuál de las dos se decantará, pero lo que sí tiene claro es que continuará con su labor como activista para ayudar a otras niñas.
Mujeres que admiramos: las celebrities que nos sirven de inspiración
© Getty
LETTER
Y además:
Esta líder de Malaui ha conseguido anular 850 matrimonios infantiles
"Ya está bien", el decálogo contra la violencia machista creado por un juez español
