Según alerta Unicef, las cifras de matrimonios infantiles en los campos de refugiados de Jordania han crecido considerablemente durante los últimos años. Actualmente, un 32% de las niñas refugiadas en este país están casadas. Omaima, de 15 años, vive desde hace tiempo en el campamento jordano de Zaatari, el segundo más grande del mundo, ya que tuvo que abandonar su país huyendo de la violencia del conflicto serio.
Un día presenció cómo su mejor amiga, de 14 años, se marchaba para no regresar más: sus padres le arreglaron un matrimonio con un hombre mayor que ella. "No quería casarse, pero su familia pensó que sería lo mejor para ella", explica Omaima. Indignada ante esta situación, esta joven tomó una decisión: reunir a otras niñas y adolescentes del campo en el que vive para concienciarlas de lo destructivos que pueden ser estos matrimonios para ellas. En su lugar, Omaima les anima a continuar con su educación, realiza con ellas talleres de pintura y teatro, y mantienen debates en los que pueden expresar su opinión libremente, conocer sus derechos y creer en sus sueños.
"Cuando veo a las chicas casarse tan pronto me asusta, pues lo que están haciendo es destrozar su futuro, y eso es algo que no puedo aceptar", explica Omaima en un vídeo difundido por Naciones Unidas. "Hay chicas que creen que el matrimonio precoz es algo bueno. Piensan que después de maquillarse y ponerse el vestido, serán felices desde su primera noche de bodas. ¿Pero cuál es su destino en realidad?".
Para evitar este tipo de matrimonios, Omaima realiza diferentes talleres con las chicas de su campamento: dibujo, confección, teatro... "Les ayuda a construir un futuro", asegura. Y es que una de las consecuencias del matrimonio infantil es el abandono de la escuela, especialmente en las niñas, quienes dejan sus estudios para dedicarse a la familia. Algo que trunca su futuro de manera inmediata.
"Mi padre está orgulloso de mi. Él me aporta el coraje necesario para hablar y ser elocuente", confiesa esta joven, quien tiene muy claro, a pesar de su corta edad, cuál es su misión: "Tengo que luchar por los derechos de las mujeres". Sin duda, Omaima es todo un ejemplo a seguir.
Y para que no olvidemos la terrible situación que los refugiados están viviendo, hemos preparado este vídeo que recopila el terrible balance de la guerra siria durante los seis años que ya dura:
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