Poder elegir cuándo casarse y con quién hacerlo no es un derecho que se garantice en todo el mundo. Así lo ha demostrado el Fondo de Población de las Naciones Unidas. En este portal se alerta de la cantidad de enlaces forzosos que se producen: decenas de miles de niñas son obligadas a casarse cada día, con terribles consecuencias físicas y psicológicas. A los varones también se les obliga, interfiriendo con su desarrollo normal y sus posibilidades de recibir una educación.
Según Unicef, más de 40 países presentan tasas de más del 30% de mujeres casadas antes de cumplir los 18 años. Entre los países con mayores tasas encontramos: Chad, República Centroafricana, Mali, Bangladesh, Guinea, Burkina Faso, Sudán el Sur, Mozambique, India, Malawi, Somalia o Nigeria.
¿Por qué se mantienen estas prácticas?
Los que defienden el matrimonio infantil suelen alegar a razones culturales y de tradición, aunque cabe clarificar que, en la mayoría de las ocasiones, el detonante es la precariedad económica.
El matrimonio, en estos casos, se convierte en un medio no para obtener beneficios monetarios, sino como una forma de proporcionar tutela masculina a las niñas, tratando de protegerlas de males peores como las violaciones, los embarazos fuera del matrimonio o, en muchos casos, como una forma de asegurar su obediencia hacia el marido.
No obstante, decir que la pobreza esel único detonante del matrimonio infantil, es engañarse. La falta de educación, las desigualdades, la inseguridad y los estereotipos de género están profundamente arraigados en muchos de los países donde esta lacra es tan común.
Tampoco se pueden obviar factores externos a la propia cultura, como es la situación política del lugar. Los conflictos armados y las emergencias humanitarias funcionan como factores que exponencian esta práctica.
Por todas estas razones es necesario tratar el matromino infantil desde diversas perspecticas, porque acabar con él es una tarea de todos.
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Cifras alarmantes
El matrimonio infantil es considerado como una de las formas más generalizadas de abuso sexual y explotación de menores, constituyendo una grave violación de los derechos de las niñas.Las consecuencias negativas, de menor a mayor, pasan por la separación del entorno familiar y social, la falta de libertad para relacionarse con personas de su misma edad, así como una drática reducción de las oportunidades de recibir educación.
Pero no solo eso, profundizando en esta práctica se vuelven evidentes los efectos sobre la salud sexual y reproductiva, ya que las niñas se enfrentan a graves riesgos por las infecciones de transmisión sexual y los embarazos prematuros.
Para que puedas hacerte una idea, aquí tienes algunos datos que ofrece Unicef:
- Cada año, 15 millones de niñas en todo el mundo, o lo que es lo mismo, 41.000 al día, se siguen casando antes de cumplir 18 años.
- Alrededor de 16 millones de chicas de entre 15 y 19 años dan a luz cada año, lo que representa 1 de cada 10 nacimientos a nivel mundial, la mayoría en países de medios o bajos ingresos.
- Mientras lees esto, 280 millones de niñas corren el riesgo de convertirse en niñas casadas.
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