Las noticias recientes son abrumadoras por su horror. Los actos de terrorismo, las guerras y los conflictos acalorados estallan constantemente en todo el mundo. El cambio climático se avecina, lo que contribuye a los incendios forestales y las inundaciones. Los tiroteos incomprensibles ocurren con una regularidad adormecedora. La pandemia parece estar pasando de ser una amenaza inmediata para la salud a una enfermedad endémica, pero sigue afectándonos. Las noticias han sido tan horribles, y tan implacables, que es difícil incluso procesarlas. Si esto nos ocurre a los adultos, ¿cómo podría un niño entenderlas?
Nuestro primer instinto suele ser proteger a nuestros hijos de las noticias y no decirles nada al respecto. Eso es completamente comprensible, y si tu hijo es muy pequeño o estás seguro de que por alguna otra razón no se va a enterar, entonces no decir nada es una opción viable. Pero si no son muy jóvenes, tal vez tienes las noticias en un lugar donde pueden verlas, o tal vez están en entornos donde la gente podría tener las noticias o hablar de ellas, puede que no sea tan viable. Si los niños van a oír hablar de algo, deberían saberlo de ti.
Además, como padres, es importante que les demos a nuestros hijos la perspectiva y las habilidades que necesitan para navegar por este mundo aterrador donde, seamos honestos, suceden cosas malas. La forma en que se habla con los niños sobre las tragedias en las noticias puede ayudarlos a sobrellevar no solo el presente, sino también el futuro.
La Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) tiene todo tipo de recursos para ayudar a los padres a hablar con sus hijos sobre las tragedias. Aquí hay cuatro cosas simples que todos los padres pueden y deben hacer:
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1. Cuéntales lo que sucedió, en términos simples. Sé honesto, pero omite los detalles sangrientos. Responde a sus preguntas con la misma sencillez y honestidad. Si crees, o sabes, que tu hijo ya ha escuchado algo, pregúntale qué ha escuchado. De esa manera, puedes corregir cualquier información errónea y saber no solo lo que necesita explicar, sino también lo que puede necesitar para tranquilizarlos.
2. Ten en cuenta los medios de comunicación que ve tu hijo. Las noticias pueden ser muy gráficas, y debido a que los medios de comunicación están tanto en el negocio de ganar espectadores como de entregar noticias, tienden a hacer las cosas lo más dramáticas posible y reproducir imágenes una y otra vez. Cuando los aviones se estrellaron contra las Torres Gemelas el 11 de septiembre, muchos padres estaban pegados a la televisión, sin darse cuenta de que tal vez algunos de sus hijos, sobre todo los más pequeños, podrían pensar que los aviones literalmente volaban contra los edificios una y otra vez. En estas circunstancias, es mejor que los adultos apaguen el televisor y no lo vuelvan a encender hasta que encuentren el mejor momento para explicarle a los niños lo ocurrido, de la forma más prudente.
3. Asegúrate de que tu hijo sepa que tú y los demás siempre están haciendo todo lo posible para mantenerlo a salvo. Habla sobre algunas de las formas en que los mantiene a salvo, formas que son relevantes para la tragedia de la que están hablando. Hagan un plan de seguridad como familia para cosas como el clima extremo o la separación. Ayúdalos a pensar en lo que podrían hacer si alguna vez se encuentran en una situación aterradora y a quién podrían acudir en busca de ayuda.
4. Busca a los ayudantes. Fred Rogers a menudo hablaba de cómo cuando veía cosas aterradoras en las noticias, su madre le decía que buscara a los ayudantes, porque siempre hay personas que están ayudando. Eso puede ser lo mejor que podemos hacer como padres: asistir a nuestros hijos a encontrar a estas personas. En las tragedias recientes, como en todas las tragedias, hubo muchos ayudantes y héroes. Cuando nos concentramos en esas personas, no solo les damos esperanza a nuestros hijos, sino que también podemos empoderarlos para que algún día también sean como ellos.
El mundo puede ser un lugar aterrador, y muchos niños podrían incluso ser víctimas del doomscrolling, por el cuál seguramente se enteran de lo que pasa, pero hay mucho que podemos hacer, desde una edad muy temprana, para asistir a los pequeños a desarrollar fortalezas y fomentar la resiliencia, incluso frente a una tragedia.