El parto por cesárea no siempre se lleva a cabo por la aparición de problemas durante la intervención. En más ocasiones de las que pudiéramos pensar se trata de una decisión personal. Decisión que debe tomarse siendo consciente de las consecuencias, ya que lo que muchas mujeres ignoran es que, incluso más allá de cuando cicatriza la incisión que se realiza para facilitar la salida del bebé, pueden aparecer complicaciones.
No se trata de la cuestión estética, que ya se da por supuesta. Quienes por decisión propia eligen el parto por cesárea son conscientes de que esa cicatriz quedará ahí para siempre, pero probablemente en bastantes casos no tienen en cuenta que al tratarse de una cirugía mayor, puede aparecer otro tipo de molestias. Te explicamos cuales son y cómo sobrellevarlas.
Posibles consecuencias de una cesárea
Toda intervención tiene sus riesgos, y al realizar una cesárea se ven afectados los músculos del abdomen, que son sobre los que se practica la incisión. Estos músculos deben soldarse de nuevo, algo que lleva su tiempo. A nivel externo el corte puede tardar unas ocho semanas en cicatrizar, pero a nivel interno este proceso es más largo, de ahí que con frecuencia se presenten molestias y dolores incluso cuando la cicatriz ya se ve totalmente curada.
El dolor en la propia cicatriz es una de las consecuencias que puede acarrear esta intervención, pero que sorprenderá a pocas mujeres ya que lo ven como normal. Sin embargo también pueden aparecer otro tipo de molestias que quizá no se esperaban, y que van desde una hipersensibilidad en toda la zona abdominal hasta otras como dolor de espalda, de cadera, o de cervicales, dolor al mantener relaciones íntimas, o incluso dificultades en el tránsito intestinal.
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Por qué duele y cómo aliviar las molestias
Todas estas molestias y dolores tienen como origen el hecho de que la musculatura de la zona necesita estirarse para proceder a unirse de nuevo, y dado que los músculos de ese área están interconectados con los de otras partes del cuerpo, el dolor puede extenderse a zonas diferentes. Estos tirones del músculo también son el motivo de que en ocasiones aparezca picor en la cicatriz.
Aunque hay que aceptar que es un proceso normal de reparación que no puede obviarse, sí que se puede buscar ayuda de profesionales para reducir estas molestias. Por lo general una visita al fisioterapeuta servirá para aliviarlas, ya que algunos masajes realizados de determinada forma, logran minimizarlas. En lo que se refiere a los picores, un dermatólogo podrá recetarte alguna pomada que sirva para este mismo propósito.