El uso de cannabis durante el embarazo resulta perjudicial para el desarrollo del feto, aumentando el riesgo de un nacimiento con bajo peso y posibles repercusiones para la salud a largo plazo, según un estudio que examinó información de 9,257 mujeres embarazadas en Estados Unidos. Los investigadores sostienen que el cannabis afecta la función de la placenta, disminuyendo la transferencia de oxígeno y otros nutrientes esenciales de la madre al bebé.
Los autores del estudio exponen sus hallazgos en la revista JAMA, indicando: "El uso de cannabis en mujeres embarazadas ha experimentado un aumento en la última década, coincidiendo con una percepción en aumento de su seguridad". Sin embargo, destacan que la mayoría de los estudios sobre cannabis y embarazo se han basado en encuestas que son poco fiables y no han considerado variables que podrían sesgar los resultados, como el consumo simultáneo de tabaco.
Los científicos, encabezados por Torri Metz de la Universidad de Utah, examinaron información de cerca de diez mil mujeres, de las cuales 610 estuvieron expuestas al cannabis durante el primer trimestre del embarazo. Entre estas, 413 continuaron hasta el tercer trimestre con esta exposición.
Un 8,6% de las mujeres embarazadas que mantuvieron consumo de cannabis dieron a luz a un bebé con un peso inferior al adecuado para su edad gestacional. Después de ajustar por variables como el tabaquismo, la obesidad, otras enfermedades y características sociodemográficas, los investigadores determinaron que el riesgo de tener un hijo con bajo peso es un 52% mayor en mujeres que consumieron cannabis durante el embarazo. Investigaciones previas han evidenciado que el bajo peso al nacer afecta al neurodesarrollo durante la niñez y, al llegar a la edad adulta, aumenta los riesgos cardiovasculares.
Eduard Gratacós, especialista en medicina fetal y director de BCNatal, centro adscrito a los hospitales Clínic y Sant Joan de Déu, que no ha participado en la investigación, apunta que "El tetrahidrocannabinol (o THC, principal componente activo del cannabis) es neurotóxico para el cerebro en desarrollo. Tal vez no haya tanta concienciación sobre los efectos del cannabis en el feto, como sobre los del tabaco y el alcohol"
Un estudio de la Asociación Española de Pediatría (AEP) divulgado en 2019 revela que aproximadamente el 10% de las mujeres embarazadas en España se encuentran expuestas al cannabis al inicio de la gestación. En cuatro de cada diez casos, la exposición resultó del consumo activo por parte de la mujer embarazada, mientras que en los otros seis casos fue debido al consumo pasivo. Además, la AEP advierte que el tetrahidrocannabinol (THC) se acumula en la leche materna, alcanzando una concentración ocho veces mayor que en la sangre, por lo que, durante la lactancia, desaconseja su consumo.
El reciente estudio estadounidense sugiere que las mujeres que consumen cannabis durante el embarazo tienen mayores riesgos de experimentar muerte fetal, parto prematuro y que sus recién nacidos sean ingresados en una unidad de cuidados intensivos neonatales. Sin embargo, debido a que estos problemas son relativamente poco comunes, no se han registrado suficientes casos para que los resultados alcancen significancia estadística.
Con el fin de aumentar los casos revisados, los investigadores han examinado de manera conjunta todos los resultados adversos relacionados con los embarazos estudiados. Los hallazgos indican que las mujeres expuestas al cannabis aumentan en un 27% el riesgo de experimentar alguno de estos problemas, que incluyen hipertensión gestacional, desprendimiento de placenta, bajo peso al nacer, parto prematuro, cesárea, muerte fetal, y muerte neonatal, entre otros.
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El riesgo es más pronunciado en mujeres que consumen cannabis durante el embarazo ininterrumpidamente en comparación con aquellas que lo hacen únicamente en el primer trimestre, y este riesgo aumenta con la dosis consumida. Sin embargo, incluso en mujeres que solo han estado expuestas al cannabis durante el primer trimestre, se observa un incremento del 18% en el riesgo de experimentar una complicación grave.
Eduard Gratacós, de BCNatal, elogia el estudio, destacando que este confirma los hallazgos de investigaciones previas sobre estos efectos perjudiciales. Gratacós subraya que la mayoría de los casos de consumo de estas sustancias no se informan a los profesionales de la salud, lo que conduce a que la percepción de los médicos sobre su consumo sea más baja que la realidad. En este sentido, destaca la importancia de indagar y proporcionar información sobre el uso de cannabis y otras sustancias durante el seguimiento médico del embarazo.