Delicadeza, sencillez y un entorno acogedor. Esas son las principales características que aporta a nuestro hogar el estilo romántico. Aunque tiene su origen en elementos del pasado y se mezcla a veces con el estilo renacentista, últimamente se está modernizando para volverse a introducir en los hogares con ciertos toques actuales y complementos vintage.
El romanticismo se ha puesto de moda: tonos claros, pasteles, flores, muebles de madera, papel pintado... Te contamos todas las particularidades que hacen de este estilo uno de los más cálidos y acogedores. Si estás pensando en darle un toque delicado y sofisticado a tu casa, tal vez deberías apostar por esta forma de decoración. ¿Te quedas a descubrir los resultados?
Tonos claros
En esta decoración priman los tonos tierra. La combinación de blanco, beige, marfil y marrón aportan a nuestro hogar ese toque de armonía que estamos buscando. También podemos introducir tonos pasteles, como rosas, azules y verdes, pero en pequeñas cantidades para que no resulten demasiado cargantes.
Pintar las paredes de blanco o beige y combinarlas con un suelo de madera oscura puede resultar una opción ideal para crear sensación de amplitud. En este estilo, lo que cuenta son los pequeños detalles y una perfecta combinación de los colores.
Muebles de madera
Los muebles que se emplean en este estilo suelen ser de madera, y a poder ser de tonos claros. Aquí no encontraremos cristal, mármol o elementos metálicos. Los muebles se manifiestan bajo una capa de pintura blanca, pero también es habitual encontrar la madera sin tratar y algo desgastada.
El objetivo de esto es aportar ese toque rústico, vintage y desenfadado que mezclaremos con el clasicismo del estilo. Se recomienda también optar por muebles de líneas rectas que inspiren sencillez.
Flores por doquier
Si hay algo que no podemos pasar por alto a la hora de decorar nuestra casa con este estilo, son las flores. Ya sean naturales o artificiales, ¡no podemos dejarlas fuera de ningún jarrón! Aunque no solo las encontraremos ahí, también son muy comunes que aparezcan en telas estampadas: recubriendo cojines, cortinas o bien formando parte de la ropa de cama. ¡Son una parte fundamental! Eso sí, hay que tener cuidado para no pasarse con ellas: deben ser sutiles y en tonos claros.
Ornamentación
Para contrastar con la sencillez y las líneas rectas de las que hablábamos antes, se suele emplear la ornamentación a la hora de decorar. Ésta aparece en forma de molduras y zócalos, pero también la encontramos en elementos decorativos. Si no queremos abarrotar nuestras paredes con estas molduras, una de las mejores opciones es optar por la ornamentación en pequeños detalles, como en espejos o en marcos de fotos.
Adornos sencillos
Además de las flores, hay otros adornos que tenemos que tener en cuenta a la hora de introducir en nuestro estilo romántico: las velas son un must de esta decoración, especialmente si combinan con los colores tierra de los muebles y las paredes. Además de aportar un olor especial a nuestro hogar, también darán esa sensación de calidez que estamos buscando.
Los marcos de fotos sencillos y cudadrados, los cojines estampados o las lámparas de sobremesa, son algunos de los elementos que tampoco pueden faltar.
Lo más importante de todo es que personalicemos el estilo a nuestra manera: teniendo en cuenta los pequeños detalles y nuestro gusto personal. ¿Te atreves con este estilo?
LETTER
Y además:
Las 7 tendencias deco que triunfarán en 2017
Decoración plateada: los tonos metálicos se convierten en tendencia para este invierno