Todos tenemos hábitos únicos que forman parte de nuestra rutina diaria. Estas pequeñas acciones, muchas veces realizadas de forma automática o sin pensar, nos aportan una sensación de seguridad o comodidad. Aunque a veces puedan resultar irritantes o incluso curiosas, son una parte normal de nuestra vida cotidiana.
Es importante destacar que no hablamos de trastornos obsesivo-compulsivos (TOC), sino de comportamientos que, aunque parezcan extraños, pueden tener un propósito más profundo y positivo de lo que imaginamos.
¿Un hábito relacionado con un alto intelecto?
Uno de estos comportamientos, que a menudo genera asombro o incluso risas en los demás, es hablar en voz alta contigo mismo. Quizás te han dicho que estás "en las nubes" o que pareces estar "en tu propio mundo" cuando lo haces. Este hábito puede generar vergüenza, llevándote incluso a pensar que necesitas descansar o despejar tu mente.
Sin embargo, lejos de ser algo negativo, hablar contigo mismo podría ser una señal de inteligencia superior.
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Un hábito que suele estar asociado a un alto coeficiente intelectual
Según investigaciones publicadas en Live Science y respaldadas por estudios de la Universidad de Bangor (Reino Unido), hablar en voz alta tiene múltiples beneficios. Además de ayudar a organizar los pensamientos, este hábito mejora la memorización, facilita la gestión de emociones y optimiza el rendimiento en tareas complejas.
En un experimento, se observó que quienes verbalizaban las instrucciones mientras realizaban una tarea obtenían mejores resultados que aquellos que no lo hacían. Esto sugiere que este hábito refleja una mente activa, capaz de estructurar pensamientos de forma eficiente y creativa.
La psicoterapeuta Cécile Bouvet-Jacquet refuerza esta idea, afirmando que hablar contigo mismo es una práctica excelente para calmar la mente, gestionar ansiedades y organizar ideas.