Es la temporada, amigas. Sentimos el cambio. La luz cambia. La temperatura cambia. Las hojas, las flores y los últimos trozos de verano cambian. Comienzan las clases. El trabajo se desborda con el regreso a la oficina. Ya no hacemos tanta vida en las terrazas, ni en la calle. Para muchas de nosotras en cuanto nos añadimos capas de ropa, también añadimos capas de angustia.
El cambio de estación y el comienzo del otoño son emocionantes para muchas, pero para otras, trae consigo un velo de preocupación, ansiedad, tristeza y malestar en forma de estados de ánimo deprimidos o ansiosos y de la también llamada depresión posvacacional, que no es una depresión clínica, sino más bien una tristeza transicional.
"Y para las mujeres que ya están luchando con depresión posparto o ansiedad, este cambio puede sentirse muchísimo más", nos cuenta Roser de Tienda, doctora quiropráctica y coach maternal y familiar. "En la consulta no paro de animar a las mujeres que, con la idea de lo que se les viene encima con el inicio de la rutina, vemosla conexión entre el estado de ánimo y la rutina vital.
¿Qué es la depresión posvacacional?
La depresión posvacacional no existe, no se considera un síndrome o una enfermedad mental. Pero sí existen ciertos síntomas relacionados con el fin de las vacaciones: apatía, cansancio, desgana, falta de concentración... Y es que no todo el mundo lleva de la misma manera la vuelta a la rutina. "Muchas de mis pacientes están deseando que vuelva la rutina, sobre todo la del colegio, para poder tener algo de tiempo para sí mismas. Porque dentro del horario escolar y laboral la gran mayoría, ya tenemos organizados los huecos que nos dejan para hacer otras cosas que nos gustan, como ir a hacer deporte, escaparse a comer con las amigas, pasear, escribir, o simplemente leer un rato tranquilas", afirma la coach.
Pero al mismo tiempo, ese “saber todo lo que nos espera” a la vuelta de vacaciones es, para muchas personas, descorazonador. Ese “más de lo mismo” desilusiona porque nos parece que hemos entrado en la rueda de Hámster: todo el rato corriendo, dando vueltas y sin llegar a ninguna otra parte que el año pasado.
Por lo tanto, si eres de las que tu ánimo baja en cuanto se acaban las vacaciones y empieza a escaparse tu buen humor como la luz del día en otoño, te dejamos unas sugerencias para paliar la transición del verano al otoño, de la libertad a la rutina. ¡Tú puedes!
Consejos para superar la depresión posvacacional
- Asegúrate de que estás cuidando tus necesidades básicas. El sueño, la nutrición - incluida la ingesta adecuada de proteínas- el ejercicio, tus ajustes quiroprácticos y la ingesta de agua son imprescindibles para la salud y el funcionamiento del cerebro y pueden ayudarnos a tolerar los efectos del estrés, cuidando el sistema nervioso.
- Mantente conectada. A medida que el clima cambia, todos parecemos regresar al interior y, con demasiada frecuencia, este aislamiento contribuye a los sentimientos de depresión y ansiedad. Mantente en contacto con aquellas personas que te hacen sonreír.
- Pregúntate a ti misma qué es lo que necesitas para sentirte bien hoy. En otras palabras, a veces no puedes cambiar tu vida, pero si que puedes tomar decisiones en torno a cómo vas a tomarte las cosas durante ese periodo. Tal vez necesitas pedir más ayuda o apoyo de tu pareja, familia o amigos. Tal vez necesitas un poco más de ejercicio, o más descanso. Tal vez lo prioritario sea reducir tu lista de tareas pendientes. Lo que tengas que hacer ahora puede ser diferente en tres meses. Escribe tu lista de necesidades y de posibles soluciones.
- Sé amable contigo misma. Esto puede ser difícil, especialmente si tienes una saltas expectativas sobre ti misma. Pero esto sólo aumenta tu angustia, así que disminuye tu nivel de auto exigencia para vivir con más asombro y aceptación.
- Habla de ello. Date permiso para hablar sobre el efecto que el cambio estacional o el regreso a la rutina está teniendo ti, lo más probable es que hasta de debajo de las piedras encuentres personas que les pasa exactamente lo mismo que a ti. No es que eso vaya a ser la solución, pero reconforta saber que estamos todas igual, y que por lo tanto más pronto que tarde, se nos pasará.
- Planifica por adelantado tus planes para los meses de invierno y el nuevo año. Buscar nuevos proyectos e ilusiones nos mantiene creativas y energéticas. Es el momento de buscar nuevos hobbies: aprender a cocinar vegano, a coser tu propia ropa, a bailar, a hacer pilates o meditación. A conocer gente nueva o simplemente hacer planes para las próximas vacaciones. Todo ello te dará una pauta de horarios, ahorros y posibilidades que podrás poner en marcha desde ya mismo. Abre cajitas con esos proyectos y ve poniendo dentro los recortes de revistas, las direcciones web o el dinero ahorrado para los proyectos que escojas ¡Te ilusionará!
- Cambia pequeñas cosas en tu casa. Este tiempo de transición puede ser la oportunidad perfecta para mirar hacia adelante y ver qué cosas deseas hacer este año para sentirte mejor. Cambiar algunas cosas de casa como añadir telas de colores, pintar algunas paredes, poner alfombras nuevas o añadir flores y cojines nuevos, puede darnos una nueva mirada a la casa de siempre.
- Si estás enferma o no te encuentras bien, también es el momento de empezara buscar nuevos enfoques para sentir por lo menos que estamos avanzando. Una buena endocrina y una quiropráctica ¡pueden obrar milagros en cuanto ala energía y la vitalidad que te falta!
Y piensa que sí, que esto también pasará. Y es que es verdad, cada año hay transiciones que hubiésemos deseado que no llegaran, pero las mujeres mejor que nadie sabemos que nada permanece para siempre, ni lo agradable (“hoy he dormido como un bebé”), ni lo desagradable (“hoy no pegado ojo”). Afortunadamente la tristeza tampoco durará siempre, porque ahora llega el otoño y se irá, como el invierno. Y entonces volverá la primavera y ya estará aquí otra vez el verano. Y volveremos a pasar por todo, pero tal vez, si sigues estos pequeños tips, lo vivirás con un poquito más de comprensión, tolerancia y cariño contigo misma. ¡Feliz regreso a casa!
Articulo elaborado en colaboración con Roser de Tienda, doctora quiropráctica con especialidad en salud de la mujer y los niños.
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