El uso de tampones y compresas podría no ser tan seguro como imaginabas. Y es que los materiales con los que se fabrican estos productos han sido sometidos a un severo escrutinio a lo largo de varios estudios y se han obtenidos resultados cuando menos preocupantes.
Hay que tener en cuenta que los tejidos de la vulva son muy permeables, por lo que no solo son los productos menstruales quienes absorben los fluidos, sino que también estos tejidos, al entrar en contacto con los productos de higiene íntima, incorporan parte de las sustancias de las que están hechos estos productos. Veamos qué indican los estudios que se han llevado a cabo al respecto y qué se puede hacer.
Posibles alteraciones
¿Cómo afecta este hecho a la salud reproductiva femenina? ¿Existe algún tipo de perjuicio asociado al uso de estos productos? Sin ánimo de provocar una innecesaria preocupación, hay que tener en cuenta que a lo largo de su vida una mujer usa miles de ellos, y por tanto, aunque el uso de una compresa o un tampón sea seguro, el efecto acumulativo que pueden provocar las sustancias que se desprenden de estos productos podría tener consecuencias.
Recientes estudios que han sido publicados en la revista especializada 'BJOG An International Journal of Obstetrics & Gynaecology' han encontrado sustancias químicas en la composición de los productos menstruales que podrían tener impacto en la salud reproductiva. Básicamente estas sustancias son parabenos o fragancias que pueden ser alteradores endocrinos y dar lugar a afecciones de tipo ginecológico como endometriosis o fibromas uterinos.
¿Qué alternativas hay?
Además de este descubrimiento ya se sabe por estudios anteriores que las compresas y tampones llevan otros riesgos asociados. La vulvovaginitis, la dermatitis vulvar, o o el síndrome del shock tóxico son problemas que se han vinculado con el uso de productos de higiene íntima femenina.
Con todo esto en mente, se plantean varias prguntas. ¿Hay que preocuparse? ¿Existen alternativas al uso de compresas y tampones tradicionales?. Si bien los riesgos mencionados existen, estos productos no son intrínsecamente peligrosos. Si se quieren evitar estos riesgos las alternativas que una mujer tiene a su disposición no son demasiadas, pero existen. Por un lado, el uso de la copa o las bragas menstruales, que actualmente va en aumento, y por otro, si se usan compresas y/o tampones, asegurarse de que en su fabricación se han empleado materiales 100% naturales.
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