La cocción
Puedes pelarlas antes de cocerlas o después para evitar que la carne se deshaga en el agua. Lo que tú prefieras. Ahora bien, los dos mejores modos de cocer las patatas para preparar un puré son:
-Al vapor. En dicho caso no importa si hemos pelado las patatas con anterioridad. Puedes utilizar la olla a presión u otra maquinaria.
-Hervidas. Lava a conciencia las patatas antes de introducirlas en el agua fría y con sal (cuenta con una cucharada sopera de sal gorda por cinco litros de agua). Deja que cuezan hasta que puedas introducir en ellas la punta de un cuchillo sin esfuerzo. Pélalas aunque quemen y cháfalas con la ayuda de un tenedor.
El mejor modo de reducirlas
Hay un error que nunca debe cometerse: utilizar el robot eléctrico o el túrmix. La lámina de estos utensilios es demasiado rápida y hace que el puré quede pegajoso. Es mejor utilizar un molinillo manual, un pasapurés o sencillamente dos tenedores colocados el uno encima del otro para más eficacia. Reduce las patatas a puré cuando estén calientes, así evitarás un resultado demasiado adherido.
Perfumar el puré
Es el momento de añadir el producto que le dará esponjosidad. Tradicionalmente se utilizaba leche y mantequilla además del aliño (sal, pimienta, nuez moscada). La leche es mejor echarla tibia, y si quieres un puré perfectamente salado utiliza mantequilla con poca sal. Durante la cocción, también puedes añadir una yema de huevo, un ajo cocido o finas hierbas. Va a gustos.
En lugar de mantequilla, utiliza aceite de oliva suave y afrutado. Quedará delicioso si lo añades como acompañamiento en un plato de pescado (salmón, bacalao fresco, lenguado o pescado blanco).
La nuez moscada es el condimento tradicional por excelencia, pues le da un ligero sabor especiado. No obstante, elígela rallada y en poca cantidad ya que su sabor es muy intenso y puede no gustar a todo el mundo.
La recetas básica
Para 4-6 personas y como guarnición:
-1 kg de patatas (variedad harinosa)
-100 g de mantequilla
-15-20 cl de leche semi
-Sal, pimienta, nuez moscada
Cuece las patatas y cháfalas cuando aún estén calientes. Añade la leche tibia y la mantequilla a trozos y mezcla con garbo el preparado para que el puré quede lo más ligero posible (hay que incorporar aire). Por último, la sal, la pimienta o la nuez moscada y ya puedes servir.
Si el puré se enfría caliéntalo al baño maría o al microondas.
El puré, una buena base
Se trata de un plato muy hogareño y de una de las guarniciones más demandadas. Para variar la presentación puedes espolvorear un poco de queso y gratinarlo o presentarlo en la piel de la patata. Además, el puré forma parte de muchos platos: gratinados, combinaciones con pescados o carnes, etc.
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