¿Cuántas veces te has sorprendido un domingo por la mañana mirando las fotografías de la noche anterior? Lo que empieza siendo una exposición de nuestras mejores galas, sonrisas impecables y maquillaje perfecto termina convirtiéndose en todo lo contrario. Ojos que se achinan, sonrisas, guiños a la cámara, pérdida total o parcial de la vergüenza... En fin, que el alcohol nos desinhibe es un hecho y, si no lo crees, échale un vistazo a estas fotografías:
El fotógrafo brasileño Marcos Alberti se ha propuesto hacer una serie de retratos de lo más original. Ha tratado de captar la evolución del rostro de más de 20 personas jóvenes después de consumir vino. La primera fotografía de cada uno de los sujetos los muestra totalmente sobrios. Después una copa, a continuación otra y, otra más para terminar. ¿Cuál es el resultado? ¡Naturalidad en estado puro!
Lo que comienza siendo una tímida sonrisa frente a la cámara acaba convirtiéndose en una carcajada. Quien empieza con chaqueta, acaba en manga corta. Hay quienes deciden morder y otras que se sueltan totalmente la melena. Tenemos que reconocer que algunos de los fotografiados aguanta muy bien el tipo y saben disimular bastante bien. ¿Cómo crees que serían tus fotografías si fueses tú la persona retratada?
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