En sofrito, para el gazpacho, en el pisto, en zumo, en salmorejo, en sopa... El tomate es una fruta muy versátil que puedes utilizar en muy diversas recetas y platos y, además, es el rey de la dieta mediterránea. Llegó a Europa desde Perú en el siglo XVI cuando desembarcó en Italia, y desde entonces, conquistó con rapidez el estómago del resto del continente. Tanto es así que conocemos cerca de 300 variedades de este producto y, entre todas ellas, podemos encontrarlos de tonos rojos, verdes, amarillos e incluso rosas.
Aunque en América Central y del Sur se cultiva durante casi todo el año, en España la mejor estación para hacerlo es el verano, más concretamente entre los meses de agosto y septiembre, la época idónea para que pueda absorber el calor del sol, madure al ritmo adecuado y tome ese sabor tan exquisito que lo caracteriza.
Multitud de vitaminas en una sola pieza
Su composición de un 90 % de agua y su bajo contenido calórico –18 kcal los 100 gramos– convierten al tomate en una fruta extremadamente beneficiosa para la salud. Su riqueza en minerales y vitaminas es asombrosa: contiene potasio, licopeno –un pigmento antioxidante excelente para luchar contra el envejecimiento del que hablaremos más adelante– y vitaminas A –en forma de precursor betacaroteno–, C y E. Así, consumir 200 gramos de tomate al día aporta el 80% de las necesidades diarias de vitamina C, el 27% de la ingesta de vitamina A y el 13% de la de vitamina E. Además, estas tres vitaminas tienen propiedades antioxidantes, por lo que previenen el envejecimiento prematuro de células y tejidos y ayudan a mantener sano el sistema inmunitario.
Por otro lado, el tomate es muy rico en vitamina B –concretamente, en vitaminas B1 y B6– en comparación con otras hortalizas. Este componente es de gran ayuda para facilitar la absorción de energía de los alimentos. Y además, en comparación con otras frutas y hortalizas, contiene una alta cantidad de fibra, un 1,8%. Así, sus semillas, su pulpa y su piel son suficientes para solventar problemas de estreñimiento y mejorar el tránsito intestinal.
Lo ideal para aprovecharse de todas sus propiedades y nutrientes es consumirlo en crudo, ya que de esta manera conserva todas sus vitaminas. Aunque debes saber que una vez cocido, aumentan las cantidades de lipoceno. Así que no dudes en consumirlo, por ejemplo, en pisto.
¿Qué es el lipocenoy cuáles son los beneficios de consumirlo?
Es una de las grandes virtudes del tomate y uno de los motivos por los que es tan beneficioso para nuestra salud. El lipoceno –presente también en la sandía, los pomelos rosados, los albaricoques, la rosa mosqueta o la guayaba– es un conocido pigmento carotenoide con importantes efectos antioxidantes que le dan ese color tan vivo a esta fruta. En concreto, el tomate contiene unos 3.000 mcg por cada 100 gramos.
Pero, ¿en qué nos beneficia el consumo de lipoceno? Varios estudios han demostrado que este componente protege nuestro organismo frente a enfermedades cardiovasculares –ya que reduce la presión arterial y el colesterol alto– y reduce el riesgo de padecer enfermedades como la diabetes, el alzhéimer, ceguera, sordera y otras dolencias relacionadas con el envejecimiento prematuro.
Además, el lipoceno también ayuda a reducir las posibilidades de desarrollo de células cancerosas, sobre todo en el riñón, la próstata, los pulmones, el intestino y el estómago. Y por si esto fuera poco, el tomate también ayuda a cuidar de la salud de nuestros huesos, especialmente después de la menopausia.
Escoge las piezas con cuidado
¿Hay alguna manera de saber qué tomates son mejores que otros? No se trata de una ciencia exacta pero hay dos reglas a las que podemos ajustarnos para seleccionar los tomates de mejor calidad.
- Aunque podemos encontrar tomates en el supermercado durante todo el año y podemos beneficiarnos de sus propiedades en cualquier estación, debes saber que si buscas un producto de excelente calidad, deberás comprarlo dentro de su temporada de cultivo.
- Para aprovechar al máximo sus vitaminas y nutrientes, lo ideal es que escojas frutas maduras. y es que el tomate es una de las pocas frutas que siguen madurando después de la recolecta. Las piezas maduras son de carne suave pero firme y de una acidez exquisita. Procura, además, escogerlos sin golpes, manchas o grietas. Y si compras tomates en rama, asegúrate de que todas las piezas estén bien unidas y frescas.
¿Cómo conservar los tomates?
Hay quienes prefieren comprar los tomates en grandes cantidades, sobre todo quienes los consumen más a menudo. Si eres de esas, deberás conservarlos de la manera adecuada para aprovecharlos al máximo y evitar que se pongan malos. ¿Sabes cuál es el método perfecto? Debes quitarles el tallo y colocarlos boca abajo, es decir, con la parte en la que estaban unidos a la rama tocando el plato. Puede parecer absurdo, pero no lo es: los tomates conservados de esta manera han demostrado arrugarse menos y no perder el agua con tanta rapidez.
Una vez sabido esto, ¿deben meterse en la nevera o mantenerse a temperatura ambiente? Pues bien, esto depende del momento en que quieras consumirlos. Si los vas a tomar con prontitud y están maduros, es preferible que los conserves fuera de la nevera. Por el contrario, si los vas a consumir varios días después de comprarlos, lo mejor es que los guardes en la nevera para evitar que maduren demasiado y se ablanden.
Sácale partido a esta fruta
El tomate, por todas estas propiedades tan saludables para el organismo, es merecedor de un sitio en nuestra dieta. Los beneficios que aporta a nuestra salud sumados a la versatilidad con que podemos cocinarlo, deberían convertirlo de inmediato en uno de los pilares de nuestra alimentación. Puedes tomarlos en ensalada, en gajos enteros o con tomates cherry; en un sofrito mezclado con verduras; regado con un poco de aceite de oliva y sal; exprimido sobre una rebanada de pan tostado; al horno, rellenos de carne o verduras; en pisto... No hay excusa para no incluirlo en tu dieta, ya que tiene muy pocas calorías y puedes elegir la forma que más te guste de consumirlo y prepararlo. ¡Pero no te prives de disfrutar de sus múltiples propiedades!
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