Los niños pequeños y los bebés no saben la manera de descongestionarse efectivamente como lo saben los adultos, lo que ocasiona que la mucosidad se acumule, aumentando el malestar. Es aquí donde los lavados nasales son una práctica eficaz para el alivio.
Cuándo hacer un lavado nasal, según expertas
Este lavado libera la zona de la nasofaringe y las narinas nasales, "Vamos a realizar la técnica siempre que les veamos un poco atascados, por ejemplo, antes de comer y antes de dormir", explica Belén Concejero, fisioterapeuta pediátrica y directora del Centro Little by Little de Madrid. Especialmente en los bebés, el momento clave de hacer el lavado es antes de las tomas, ya sean de biberón o pecho. "Si no lo hacemos, muchas veces parece que se ahogan o roncan". También son oportunos antes las siestas y antes de ir a dormir por la noche, "Un truco es introducir el lavado nasal después de toda la rutina del baño y que sea algo tan normal como lavarnos los dientes o ponernos una crema", indica la experta.
De esta forma, los lavados nasales pueden ser a demanda, de acuerdo a la necesidad del niño, pues no hay un límite máximo al día. En comparación con los adultos, sería similar al número de veces en que nos sonamos con un pañuelo. "Si lo hacemos correctamente, no irritaremos la mucosa ni el epitelio", resalta.
En cuanto al líquido que se puede utilizar, es posible adquirir suero fisiológico normal, el cual también es conocido como el suero "de toda la vida", que tiene una concentración de un 0.9% de cloruro de sodio, y se suele vender en monodosis incluso en los supermercados. También existe la opción del suero fisiológico hipertónico, con una concentración de un 3% de cloruro sódico, es decir, es mucho más salino. "Por lo general, siempre haremos los lavados nasales con suero fisiológico de manera preventiva. Vamos a reservar el suero hipertónico para aquellos momentos en que los peques están muy congestionados y necesitan una ayuda extra", apunta la pediatra.
Hoy en día es posible encontrar monodosis hipertónicas ricas en ácido hialurónico, el cual contribuye a que el epitelio y las mucosas no se resequen.
La mejor técnica de lavado nasal para niños
Dependiendo de la edad, esta es la técnica correcta para realizar el lavado nasal, según la fisioterapeuta Belén Consejero:
Bebés que no sujetan la cabeza:
- Los acostaremos de lado con una almohada debajo de la cabeza.
- Limpiaremos el orificio que quede arriba.
- Aplicaremos entre 0.5 ml de suero, para poder hidratar la zona, y 1.5 ml de suero, con el objetivo de movilizar y arrastrar.
- Hay que utilizar una jeringuilla específica con adaptadores de silicona o spray para no afectarlos, y que el suelo salga continuamente sin presión.
Bebés que sujetan la cabeza:
- Lo mejor es hacerlo mientras están sentados.
- Los pondremos sobre nosotros y haremos lo posible para que tengan la boca abierta durante el proceso para evitar que el suero viaje a la trompa de Eustaquio.
- Es posible poner hasta 5 ml de suero por agujero.
- También se usarán los adaptadores de silicona o el spray para esparcir el líquido sin tanta presión y de manera continua para que llegue a mayor profundidad.
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Los errores que se deben de evitar
Existen formas y aparatos para lavado nasal que ya no se recomiendan y poco se utilizan hoy en día, y es necesario que los padres se actualicen y busquen las técnicas más recientes para sus hijos pequeños, pues realizar las mismas técnicas aplicadas en sus hijos mayores podría resultar contraproducente. "En comparación con otros tiempos, ahora ya sabemos que es más importante hacer los lavados nasales siempre que podamos con la boca abierta y sin excesiva fuerza, yo en consulta le digo a las familias que prueben a hacérselo ellos mismos. La idea de ‘lavar el cerebro’ es desagradable para todos: bebés y mayores. Por eso no hay que tener miedo a lavar la nariz de los hijos, siempre que se haga con presión constante y en una posición adecuada", concluye la fisioterapeuta.