Según la OMS, la otitis en menores de 2 años es del 60%, por lo que afecta a un gran número de niños y de bebés. De ahí a que los padres deban permanecer en alerta ante cualquier mínima sospecha.
Aunque no se puede prevenir como tal, sí se pueden tomar precauciones para evitar que se produzca. Por ejemplo, mediante un buen lavado de las fosas nasales durante los catarros. Además, el uso del chupete puede aumentar su aparición.
Cómo saber si mi bebé tiene otitis
Cuando un bebé tiene otitis, es normal que muestre dolor. El problema es que no todos los bebés lo expresan de la misma manera. Hay bebés que se muestran más irritados, que lloran de noche o que se tocan la oreja como para avisar de que algo les ocurre. La fiebre también suele ser otro indicador de riesgo, así como posibles mareos o vómitos.
En algunos casos, puede que el bebé tenga una especie de líquido amarillo por el conducto auditivo. Normalmente, cuando el oído supura hablamos de una otitis media agua y en ese caso se debe evitar que entre agua en el oído.
Otro indicio es la pérdida de audición a causa del moco dentro del oído. Si de repente notas que el bebé o el niño no escucha igual que antes, es importante que consultes con el otorrinolaringólogo, porque una vez salga el moco es posible que el dolor cese.
¿Qué factores favorecen una aparición de otitis?
Aunque es habitual en niños y bebés, hay factores que pueden afectar a su aparición. Entre ellos:
- Inmadurez y forma del oído medio.
- Ambiente con tabaco o contaminación.
- Uso excesivo del chupete.
- Bebés con inmunodeficiencias.
- Bebés que toman biberón tumbados.
- Van a la escuela infantil.
Aunque estos factores pueden favorecer a su aparición, no se puede prevenir como tal.
Por otro lado, las vacunas frente a neumococo y gripe y/o la lactancia materna son buenos aliados para tratar de prevenir las otitis en los niños pequeños. Al igual que retirar el chupete antes y tratar de ir a aulas con menos niños.
¿Qué hacer frente a una posible otitis?
Ante la más mínima sospecha lo ideal es acudir al pediatra o a otorrinolaringología, para un diagnóstico y tratamiento. Por lo general, puedes quedarte tranquila porque suele resolverse en pocos días y sin antibiótico.
Normalmente, los expertos suelen dar analgésticos y antitérmicos para quitar el dolor y bajar la fiebre. Luego, se le hace un seguimiento continuo al bebé para ver que todo marcha bien. En unos días el bebé debería estar en perfectas condiciones.
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Como ves, la otitis es frecuente en bebés y en niños pequeños, por eso es importante que seas consciente de los síntomas y acudas a tu pediatra ante la duda. Te quedarás más tranquila.
