Muchas veces los padres no sabemos cómo calmar a nuestros recién nacidos. Sabemos que algo ocurre pero no encontramos la técnica adecuada para consolarlos. Ahora la ciencia parece haber encontrado la fórmula para tranquilizarles y dormirles cuando lloran.
La ciencia estudia a los más pequeños
Antes de aplicar la técnica hay que asegurarse de que el bebé no llora por hambre, dolor estomacal, gases, cólico, pañal sucio, frío o calor o incluso por sobreestimulación externa. Como es la única forma de comunicación que tienen, tampoco hay que alarmarse, ya que es normal que lloren de media más de una hora al día.
Para ayudarnos a encontrar la solución a estos incómodos llantos, un reciente estudio publicado en la revista Current Biology centra su atención en ellos. Se estudiaron 21 lactantes de hasta siete meses de edad. La muestra es bastante pequeña para un estudio científico, pero los resultados son prometedores. Se elaboraron 32 sesiones en las que se monitorizó a los bebés usando electrocardiogramas y cámaras de video para registrar sus expresiones y movimientos.
Los investigadores compararon 4 métodos para intentar calmarles: pasear con los bebés en brazos, permanecer sentados mientras los cogían, dejarlos en una cuna estática y utilizar una cuna mecedora.
Los resultados
Los métodos de paseo en brazos y cuna mecedora conseguían calmarlos, lo que sugiere que no es suficiente sostener a los niños, sino que estos necesitan movimiento. Después de 5 minutos de paseo, ningún bebé lloraba y el 45 % de ellos se había dormido.
Ohmura, Okuma y el resto de participantes en el estudio creen por tanto que la forma más rápida de calmarles sería aquella en la que la madre lo sostiene entre sus brazos y se mueve con él. Determinaron, además, que esto debe hacerse durante un período de entre 5 a 8 minutos, tiempo tras el cual pueden tranquilizarse. Esta práctica ayuda a disminuir el ritmo cardíaco de los bebés, permitiéndoles serenarse en menor tiempo y ayudándolos, incluso, a conciliar el sueño con mayor facilidad.
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La publicación destaca pues la importancia del movimiento para tranquilizar el llanto de los lactantes.
Para finalizar, recomiendan seguir sosteniendo a los pequeños en brazos durante un tiempo de 5 a 8 minutos, mientras se está sentada en un sofá, y no acostarlos de manera inmediata. De esta manera, los efectos de la técnica se afianzan mucho más y su sueño se vuelve más estable. La técnica completa asegura un bebé dormido en 16 minutos en total.
Otro hallazgo interesante fue al intentar la técnica con niños que ya estaban calmados. En este caso no funciona, por lo que no podemos usar la técnica para dormir si el bebé no está llorando.