Según Ojus Patel, escritora en Theeverymom y exprofesora de educación especial, los niños pueden empezar a comprender el concepto de gratitud desde los 18 meses, ya que a esa edad perciben el cuidado que reciben. Aunque el aprendizaje puede tomar tiempo, hay formas sencillas de ayudarlos a valorar su entorno y expresar agradecimiento.
1. Predica con el ejemplo
Los niños aprenden observando a sus padres. Patel aconseja que expreses verbalmente tu gratitud por las cosas cotidianas, como decir: “Qué suerte tenemos de tener comida sana en nuestra mesa” o “La naturaleza es hermosa, me encanta compartir este momento contigo”. Esto les ayuda a entender qué es la gratitud y cómo aplicarla.
2. Fomenta la expresión verbal de gratitud
Enséñales a tus hijos frases como “te agradezco por esto” o “esto significa mucho para mí”. También, ayúdalos a identificar momentos en los que es apropiado expresar agradecimiento. Esto desarrolla su capacidad para reconocer el valor de las cosas.
3. Lleva un diario de gratitud
Una herramienta práctica es un diario donde los niños puedan escribir o dibujar sobre aquello que valoran. Esto fomenta la introspección y la apreciación constante.
4. Lee un libro con tu hijo
Compartir libros sobre gratitud y bondad abre una ventana al mundo, ayudando a los niños a desarrollar empatía y aprecio por las experiencias de los demás.
LETTER
5. Fomenta la generosidad
Anima a tu hijo a donar juguetes o ropa a quienes lo necesitan. Este acto no solo cultiva gratitud, sino que también promueve la generosidad y ayuda a reducir el materialismo.