En un día normal solemos utilizar varios productos cosméticos: crema hidratante, base de maquillaje, vaselina, pintalabios... El whisking consiste en unir los productos de diferentes propiedades para aumentar sus beneficios. Te encantará esta nueva tendencia si eres una auténtica beauty junkie y en tu rutina existen pasos inamovibles como el agua micelar, el sérum, la crema hidratante, la prebase, la base de maquillaje, etc. Desde mezclar el champú con la crema corporal hasta crear el antiojeras más customizado a tus necesidades. A partir de ahora mezclar se convertirá en una buen opción.
Prácticamente puedes mezclar cualquier cosmético que quieras, lo único que debes hacer es tener un poco de criterio. No vale mezclar tu base de maquillaje con un colorete fluido y aplicártelo por toda la cara ya que lo único que conseguirás será parecer un payaso. Si usas un sérum antimanchas, puedes mezclarlo con tu crema hidratante para que el resultado sea más homogéneo y su efectividad se multiplique. Ahora te contamos cuales son las mezclas más comunes, pero como siempre, experimenta hasta encontrar tu fusión cosmética 10 perfecta.
¿Con qué combinar el sérum?
Poco a poco este maravilloso producto va calando en nuestra sociedad. Sus beneficios están más concentrados y su textura es mucho más ligera que la de la crema hidratante, por ello no se puede usar como un único producto. Al aplicar el sérum siempre se recomienda dejarlo unos minutos sobre nuestra piel antes de aplicar la crema para que penetre bien en nuestra. Cuando decides saltarte el tiempo de espera y aplicas directamente la crema sobre el sérum, habrás observado que al no penetrar bien el producto, tu piel lo expulsa y aparecen grumillos.
Con el whisking esto no ocurre ya que si mezclamos el sérum con nuestra crema hidratante habitual, quedan perfectamente incluidos el uno en el otro. Las propiedades y vitaminas que contiene el sérum se ven aumentadas gracias al poder hidratante de la crema. Consigues así tu producto 10 ya que no cuentas con ninguna mezcla creada por el mercado sino que tú eliges la crema y el sérum que quieres. La forma correcta de mezclar estos 2 productos es echar una o dos gotas de sérum sobre una almendra de crema hidratante y mezclarlos primero sobre nuestra mano para luego aplicarlos en rostro y cuello.
También puedes mezclar el sérum con tu base de maquillaje. Muchos maquillajes ya cuentan con la hidratación propia de un crema por lo que al unirse con un buen sérum mejoran la apariencia de tu piel, dejándola uniforme y sin imperfecciones además de perfectamente alimentada gracias a las vitaminas y poriedades del sérum.
La fórmula perfecta para los ojos
El contorno de los ojos es otra de esas zonas que nos preocupan a todas las mujeres. Ojeras, bolsas o arrugas aparecen en esta delicada zona del rostro y nos hacen perder la cabeza. Existen tratamientos para el contorno de los ojos que se encargan de nutrir y alisar esta zona para aliviar la incidencia de las imperfecciones. Por otro lado, el todo poderoso corrector nos ayuda a maquillar estas mismas imperfecciones para camuflarlas. Al mezclar un contorno de ojos con un corrector, logramos crear el producto perfecto que se encargue no solo de ayudarnos a "curar" nuestras ojeras sino que además aporta el color necesario para cubrirlas. Tratar y maquillar: ¡el whisking lo tiene todo!
Champú con plus de hidratación
Aunque en el mercado existen cuidados capilares de lo más variado y cada uno ofrece un tratamiento diferente sobre tu cabello, la realidad es que la hidratación extra siempre viene bien. La propuesta del whisking es que a tu mascarilla le añadas crema corporal. Sí, como lo oyes. La crema corporal es mucho más hidratante que la mascarilla por lo que unidas dejan el cabello mucho más nutrido. Otra opción que seguro que ya habías oído hablar es de añadirle a tu mascarilla unas gotitas de aceite de oliva, sin duda conseguirás una hidratación de lo más natural.
Puedes aplicar la teoría del whisking también en le maquillaje, es decir, si por ejemplo quieres subir un tono tu base, puede mezclarla con otra más oscura y de diferentes propiedades, o si lo que quieres es un acabado más luminoso añadirle a una almendra de base de maquillaje un par de gotitas de iluminador líquido o en crema, el resultado será homogéneo y tendrás una piel de lo más glossy.
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