Contrariamente a lo que todo el mundo piensa, el mejor amigo de una actriz a la hora de realzar su belleza no es el maquillador, sino su director de fotografía. Así es, algo tan sencillo como iluminar ciertas partes del rostro y dar sombra en otras puede realzar nuestras facciones y hacernos lucir como auténticas divas del celuloide. Por desgracia, nosotras no contamos con un equipo de iluminación que nos siga allá donde vamos y se encargue de que siempre mostremos nuestra mejor cara, pero sí guardamos un as en la manga a la hora de maquillarnos: el iluminador.
Una piel resplandeciente y luminosa es una tendencia de belleza que no pasa de moda, y que puede aplicarse en todos los looks, sea cual sea tu edad y estilo de vida. Tanto si la falta de luminosidad se debe al paso del tiempo, como si a pesar de ser joven, el cansancio y la falta de sueño han hecho mella en tu piel, el iluminador es algo que no puede faltar en tu rutina diaria de belleza.
Como ocurre siempre en el maquillaje, la clave está en la aplicación. No consiste en embadurnarse la cara con una crema o polvos iluminadores, sino en aplicar pequeños toques de luz en zonas estratégicas para conseguir unos resultados profesionales y naturales. Pero, ¿en qué zonas?
El iluminador siempre tiene que aplicarse en las zonas "altas" del rostro, ya que son las primeras en reflejar la luz natural. Por zona alta entendemos cualquier zona prominente, como los huesos del pómulo, el arco de la ceja, el centro de la nariz o el arco de cupido (es el nombre que recibe el pliegue situado justo en el borde del labio superior). Al iluminar estas zonas conseguimos darle relieve y volumen al rostro, y aportar una nueva dimensión a nuestro look de maquillaje. ¿Preparada para conocer todos los secretos del iluminador? ¡Luces, cámara, acción!
Gracias a Zohra Hamzaoui de Guild London
¿Has descubierto ya todo lo que tu iluminador puede hacer por ti? Danos tu opinión en @enfemenino
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