Tranquila, no significa que tras pasar la adolescencia haya que hacerse con una crema antiarrugas y tengas que empezar a aplicártela día y noche para poder ser como la madrastra de Blancanieves. Hasta que no rondamos la treintena, no empieza a ser notable en nuestra piel el paso de los años, sin embargo, una buena rutina de prevención, una dieta rica en antioxidantes, una vida activa, y usar productos acordes a nuestra edad, son aspectos claves para reducir la incidencia de las arrugas.
Otro aspecto que debes tener muy en cuenta es la idea que la arruga como concepto, no es algo malo. No te vamos a engañar, una piel descuidada y llena de arrugas no es con lo que todas soñamos, sin embargo, la sociedad actual nos lleva a creer que hay que luchar contra el envejecimiento y que una arruga es sinónimo de algo feo. Aceptar el paso de los años y no esconderse detrás de bótox, lifting, etc. Es otra forma de vivir la vida.
Con estos consejos podrás asumir y reducir las primeras arrugas para que el paso de los años no deje tu rostro desmejorado sino lleno de vida.
Prevención
Estarás cansada de escuchar frases como "más vale prevenir que curar" o de leer cientos de reviews de productos que ni siquiera sabes cómo usar. Da igual la edad que tengas porque nunca es tarde para cuidarse.
Durante la adolescencia suele aparecer nuestro primer contacto con el mundo de la cosmética. La necesidad de cubrir una espinilla con algo de maquillaje nos lleva a bucear, a veces de una forma descontrolada, en el maravilloso mundo del maquillaje. Bases, correctores... De la mala utilización de algunos cosméticos pueden venir futuros problemas en nuestra piel. Es entonces cuando debemos convertir en un hábito incuestionable el momento de desmaquillarnos y limpiar nuestro rostro de cualquier tipo de maquillaje.
Usar una crema hidratante que le aporte a nuestra piel todo lo que necesite, es otro paso fundamental. Para evitar el envejecimiento de las células, es importante utilizar cremas hidratantes y sérums que tengan vitaminas antioxidantes para que alimentemos a nuestra piel con un auténtico cóctel de vida que la proteja de todo tipo de factores, tanto internos como externos.
Alimentación
Tan importante como elegir los productos más adecuados a tu edad y a las necesidades de tu piel es llevar una vida sana basada en una dieta equilibrada y algo de actividad física. No hace falta que te conviertas en una gurú del mundo healthy, con incluir en tu dieta productos con vitaminas antioxidantes, lograrás que tus células cumplan con su correcto funcionamiento. Por ejemplo la vitamina C presente en cítricos, verduras de hoja verde, el tomate o el brócoli es fundamental para una dieta que le frene los pies a las arrugas. Los pescados azules o los frutos secos también son buenos antioxidantes debido al omega 3 que le aportan a nuestro cuerpo.
Investiga un poco y varía tu menú para que siempre haya antioxidantes en tu día, así tu piel estará más protegida ante cualquier daño además de conservar su elasticidad. Tampoco te olvides de las isoflavonas cuya función es la de aportar colágeno a nuestra piel y que están presentes en la soja, la uva y sus derivados o incluso en el polifacético té verde.
Rutina
Si quieres plantarle cara a las arrugas, debes de incluir en tu rutina una serie de cuidados que te ayudarán a protegerla y mantenerla bien alimentada. Para ello, además de la crema hidratante, como ya hemos dicho, hay que incluir en nuestra vida el uso del sérum. Aunque en el mercado hay cientos de ellos y cada uno tiene unas propiedades diferentes, todos ellos tiene en común su concepto. Un sérum es un suero, es decir, alimenta a tu piel y le aporta las vitaminas que necesita. El resultado no tarda en verse porque la piel florece mucho más sana e incluso te invita a no maquillarte.
Por si te quedan dudas del correcto uso de este tipo de cosméticos, apréndete bien el orden que debes seguir cada mañana:
- Lavar bien el rostro y limpiarlo de impurezas y grasa que se hayan podido desarrollar durante la noche.
- Aplicar un sérum que nutra nuestra piel y dejarlo actuar durante varios minutos.
- Aplicar la crema hidratante.
Tras estos pasos puedes elegir entre aplicar tu base de maquillaje o dejar tu rostro al natural.
Además del uso de crema hidratante y sérum, hay otros cuidados que puedes incluir para que tu piel esté más sana y las arrugas no campen a sus anchas por tu rostro. Por ejemplo, aplicarte una mascarilla una vez a la semana o realizarte una limpieza facial que no sea muy agresiva un par de ves al mes, ayudarán enormemente a que tu piel luzca perfecta y llena de luz.
¡Saca partido a las arrugas!
Si ya se han comenzado a dibujar arrugas en tu rostro, no te preocupes, el paso más importante es el que debes realizar primero: ¡no obsesionarte! Al fin y al cabo las arrugas no son más que vivencias que te han convertido en la mujer que eres hoy y más que algo que esconder, como ya te hemos dicho, son algo que asumir y adaptar a nuestra vida. Si decimos que los hombres están mejor con algunas arruguillas y con el pelo canoso, ¿por qué no va a pasar lo mismo con nosotras?
Sé feliz, lleva una vida saludable y cuida tu piel a diario, ¡verás el resultado cada mañana!
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