Bronceada, oscura o negra, da igual el tono de tu piel porque el maquillaje siempre tiene un solución para ti. Olvídate de tener que llevar la cara un par de tonos más clara que el resto de tu cuerpo y que se note perfectamente hasta donde te has maquillado. Si en algún momento de tu vida te has comprado una sombra de ojos y cuando ha llegado el esperado momento de usarla te has dado cuenta de que sobre tu piel quedaba muy diferente, tranquila, no estás sola. Seguro que también te suena eso de no pintarte los labios de rojo por miedo a parecer demasiado maquillada. Hoy aprenderás algunos trucos con los que le sacarás el mayor partido a tu preciosa piel, porque eso es un hecho, todo el mundo envidia a una piel con color.
Pieles bronceadas
Este tono de piel tan popular en los países bañados por el Mediterráneo y en Latinoamérica, puede ser consecuencia de unos maravillosos genes o resultados de horas y horas tomando el sol, pero la conclusión es siempre la misma, da mucho juego de cara al maquillaje.
Si tu piel es bronceada, lo primero que debes hacer es potenciar su color, olvídate de abusar del corrector e intentar aclararla: error. A la hora de escoger tu base básate en el color de tu cuello para que no quede ese horrible efecto máscara. Para el rubor, juega con tonos rosas empolvados y con melocotones ya que suavizarán tus facciones además de aportarle calidez a tu rostro.
Como te decíamos, el corrector y el iluminador pueden resultar en ti como un false friend ya que aunque creas que estás cubriendo imperfecciones, muchas veces lo que logras es aclarar tu piel y pierdes todos los matices que ésta te puede dar. Aunque tardes mucho en dar con tu corrector perfecto, dedícale tiempo y paciencia y no te quedes con uno demasiado claro para ti. Si eres una auténtica amante del strobing, los iluminadores que mejor te van son los que tienen un acabado dorado.
A la hora del maquillaje de ojos, enhorabuena, apenas existen sombras que no te queden bien. Además de los siempre acertados colores tierra y los ahumados, atrévete de vez en cuando por tonos verdes o morados ya que se fundirán a la perfección con tu tono de piel. Por supuesto un buen delineado y unas pestañas cargadas de máscara nunca pueden faltar.
Pieles medias
Si tu piel es algo más oscura y ese color chocolate te acompaña durante todo el año, ya sabes, sácale el máximo partido a tu potencial. Aunque pueda parecer algo obvio, te informamos de que no hace falta que en tu kit de maquillaje haya unos polvos de sol porque tú ya llevas el bronceado encima las 24 horas del día.
Puede que una de tus mayores inconvenientes sea el de encontrar una base de maquillaje que se adapte al máximo a tu color de piel, por ello es muy importante que pruebes diferentes marcas y pidas consejo en la tienda para encontrar tu tono perfecto. Apúntate su nombre o su número y júrale fidelidad.
No te olvides de que tienes mejillas y sácales todo el partido que puedas. Un rosa empolvado dulcificará tus rasgos y le dará luz a tu rostro. Si lo acompañas de un ligero gloss de los mismos tonos, conseguirás potenciar el color de tu piel.
Para los ojos, un delineado bien marcado es un must en tu maquillaje, pero si quieres dar un paso más allá y potenciar aún más tus ojos o si estás pensando en un look de noche, los smokey eyes se van a convertir en tu mayor aliado. Además de los ahumados en negro y café, dale una oportunidad al azul oscuro. Este tono combina a la perfección con tu color de piel y no oscurece tanto tu mirada. Sigue el ejemplo de Freida Pinto, muy habitual de este tipo de maquillajes y siempre perfecta.
Pieles oscuras
Existe la creencia de que si tu piel es oscura debes huir de colores muy llamativos y que lo tuyo son única y exclusivamente los maquillajes efecto no make up look... Destierra todo ese tipo de ideas y disfruta de todas las posibilidades que te ofrece el maquillaje.
Por lo general las pieles negras necesitan mucha hidratación pero su recompensa es que son muy suaves y casi sin imperfecciones así que con tantos puntos a favor, solamente hay que saber sacarle un buen partido. El iluminador puede ser una herramienta que llevar siempre en el bolso. Por ejemplo un iluminador en polvo de colores crema o incluso un leve rosa, le va a dar a tu piel mucho brillo y cargará tu maquillaje de matices. Eso sí, aplicado de la forma correcta. Difumínalo bien para que se funda con tu piel. Te encantará cómo queda si lo aplicas en la parte superior de las mejillas.
Para el colorete debes tener en cuenta el tono de tu piel ya que por ejemplo en pieles más oscuras incluso un vibrante coral o un rosa fucsia pueden destacar sobre tu piel sin quedar exagerados. Si tu piel es algo más clara, puedes optar por tonos tierra o melocotón.
Para los labios quédate con el concepto "todo al rojo". Un buen rouge en acabado mate es tu color. Eso de que puede quedar muy llamativo sobre tu tono de piel es una idea muy antigua. Fíjate en Berta Vázquez y en su uso magistral de color. No le hace falta añadirle más a su look. Además de los siempre acertados soft pink lips, prueba por unos labios en colores más intensos como rosa fucsia, ciruela, burdeos o incluso morado (Joan Smalls dio una clase de estilo en la gala del MET de 2014).
A la hora de maquillarte los ojos, los tonos neutros similares a tu tono de piel te ayudarán a centrar la atención en tus pestañas y en la forma de tus ojos gracias a un potente delineado, pero también hay hueco para el brillo. Las sombras en tonos champán y llenas de brillo destacarán sobre el color de tu piel.
Como has comprobado, no hay excusas para que el maquillaje sea tu nuevo mejor amigo.
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