La mayoría de edad es, sin duda, un momento muy importante, tanto para una persona como para una marca y, en este caso, para la nuestra. Este año cumplimos 18 años y para celebrarlo hemos decidido crear un proyecto de empoderamiento de las mujeres que haga hincapié en aquellas que se dedican al mundo de la comunicación.
Hoy entrevistamos a Myriam Yébenes, directora del Instituto de Belleza y Medicina Estética Maribel Yébenes, que ha respondido a 5 preguntas importantes para nosotros.
1. ¿Cómo es ser mujer en el mundo empresarial? ¿Crees que todavía es un entorno más masculino?
El mundo empresarial al igual que el mundo profesional está cambiando rápidamente, eso no impide que existan aun reminiscencias del pasado y barreras que no debamos remover propias de la evolución, pero como es en todos los ámbitos de la vida. La mujer por méritos propios cada vez está más presente por su formación, por su esfuerzo por su capacidad de transformación y también y por qué no por su adaptabilidad. El mundo empresarial per se no tiene género, intentar condicionarlo a uno u otro es ir contra la propia evolución.
Que existan sectores donde el género masculino este más presente, así como otros como el mío, donde el femenino es mal palpable, no indica que esas teóricas barreras no se diluyan en el futuro. Ser mujer en el mundo empresarial debería ser idéntico a ser hombre con nuestras diferencias y coexistir con un marco legislativo que garantice los mismos derechos y oportunidades. La sociedad del siglo XXI está cambiando rápidamente, y cuando digo sociedad lo digo en su amplio sentido hombres y mujeres.
2. ¿Qué era para ti el empoderamiento femenino a los 18 años?
A mis 18 ni siquiera sabíamos que era esa palabra, aunque el concepto de empoderamiento no es nuevo; encontramos referencias a este término desde los años 60, especialmente en el movimiento afroamericano y en la teoría de Paolo Freire, fundada sobre el desarrollo de la conciencia crítica. Quizás por mi personalidad y mi entorno comprendí la noción de el “emponderamiento“ como una visión de adquisición de poder, de control sobre mi vida y la capacidad de hacer elecciones e independencia. Poder elegir mi destino, la no dependencia de nada ni de nadie, la autorrealización.
3. Tres palabras que asocies al women empowerment:
Autoestima, superación y esfuerzo.
4. ¿Qué le dirías a tu yo de 18 años?
Pues supongo que como la mayoría de personas que consiguen realizar sus sueños que mérito, el reconocimiento o éxito llegan por el esfuerzo personal. Los atajos en la vida no cimientan las experiencias y la persistencia, humildad y constancia no tienen género, siempre son claves de éxito. La autoestima y el conocimiento de una misma hace afrontar las barreras con entereza y seguridad y solo sobre esta base se debe exigir la igualdad ante la diferencia. El futuro se crea desde el presente, ser motor de cambio en tu sociedad y tu tiempo con tu ejemplo y esfuerzo.
5. ¿Qué crees que se puede hacer para seguir dando visibilidad el empoderamiento femenino?
Muchas cosas, pero la primera es entender y no confundir el concepto simplista de empoderamiento tradicional del “poder sobre” basada en relaciones jerárquicas, y extenderlo paulatinamente a “poder de” …toma de decisiones, capacidad de obrar, libertad, más el “poder con” integrando en este proceso a todo genero en defensa de derechos y libertades comunes y finalizando con el “poder interior” desarrollando esa autoestima y saber ser.
El empoderamiento femenino no lo entiendo como un acto de supremacía de género, sino como un movimiento de integración de género, de iguales. Basarse en ideologías del siglos anteriores o movimientos que impulsen la imposición creo que lo único que se consigue es revertir una situación y abrir esas tan denostada luchas de géneros. En la medida que las mujeres seamos capaces de gestionar con inteligencia ese movimiento de “empoderamiento” lo iremos inculcando en las generaciones futuras, integrándolo en los diferentes sustratos sociales y por ende realizando los cambios sociales necesarios de manera natural. Es un movimiento de integración que no de exclusión. Solo mediante la correcta integración de ambos géneros en un proyecto común conseguiremos avances sociales.
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